CAPITULO 7: LA TELEVISION COMO ALIMENTO INTELECTUAL.

CAPITULO 7: LA TELEVISION COMO ALIMENTO INTELECTUAL.

La televisión lo llena todo, el hombre actual pasa demasiado tiempo delante de la televisión. La televisión provoca el mismo fenómeno ue la droga, crea adicción. Es la conducta repetitiva ue se va haciendo habito y de la cual es muy difícil sustraerse; tanto, ue las personas con escasos recursos intelectuales, o poca curiosidad por llenar su ocio con una afición o un hobby bien definido, quedan atrapadas en esta malla una y otra vez. De ahí se deriva un hombre escasamente culto. Aparece un fenómeno nuevo: la posibilidad de entretenerse cambiando de canal sucesivamente. Esta segunda adicción televisiva puede llegar a ser mas fuerte ue la primera. Esta filosofía pone sobre el tapete algo notable: al telespectador de zapping le interesa todo y nada a la vez; lo ue quiere es pasar el rato sin complicaciones.

1. Representa una nueva forma de consumo: la avidez de sensaciones e imágenes se intenta saciar con el telemando, con el fin de ver ue se está dando en ese momento en cada cadena.
2. Significa un interés por todo y por nada: lo cual conduce una clara insatisfacción de fondo. Se busca algo ue sea capaz de detener ese cambio frenético, pero generalmente no se encuentra.
3. Se produce una bulimia de novedades: buscando no se sabe exactamente ue. Discurre una actitud de dispersión: muchas imágenes y poca consistencia, exceso de información y escasa posibilidad de hacer síntesis de lo ue llega permanentemente.
4. El mando a distancia tiene un efecto sedante: representa una especie de droga ue ayuda a conciliar el sueño.
5. La televisión cumple la ley del mínimo esfuerzo: es la carta magna del súper mínimo esfuerzo. Es la evasión a través del mundo de la fantasía de las imágenes ue van entrando por los ojos y llegan a la cabeza.

Psicología del zapping: utiliza el zapping para relajarse, olvidarse de sus tensiones y problemas del trabajo. Nos encontramos ante la venganza del espectador por la pésima programación ue hoy con la llegada de los canales privados nos ha traido la denominada televisión basura. Al telespectador se ha endurecido y ya no le impactan los anuncios con los ue empieza a descubrir mensajes subliminales.

Ver mucha televisión produce seres humanos robotizados, pasivos, acríticos y lo ue es más grave sin inquietudes culturales.

Cultura del aburrimiento: reina el consumismo en lugar de la sobriedad, el estrés en lugar de la vida ordenada y armónica. Todo ello envuelto por la televisión a través de la cual se adquiere muy poca cultura y antes o después asalta el vacío interior.

En los últimos años ha llegado a triunfar el consumo psicologico

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