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¿Ciencia O Séance?: Ciencia De La época Victoriana Tardia Y La Estructura Epistolar De Dracula


Enviado por   •  17 de Marzo de 2012  •  2.655 Palabras (11 Páginas)  •  759 Visitas

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Terry Scarborough, Professor of English, Okanagan College, Kelowna BC, Canada

[N. del T.: El título original del artículo, “Science or Séance?: Late-Victorian Science and DraculaÕs Epistolary Structure” hace un juego de palabras entre el término inglés science (“ciencia”) y el término francés séance, con el que se denomina a las sesiones de espiritismo; en la medida de lo posible, se ha intentado mantener este juego de palabras en la traducción>.

[Traducción de Ana González-Rivas Fernández revisada por Juan Luís Sanguino y Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. La traductora indica las traducciones disponibles en castellano. Los títulos de las obras no traducidas son traducción de Ana González-Rivas Fernández.]

La oscura especulación sobre el ser humano no era nueva para los victorianos. La aparición, a finales del siglo xix, de la criminología, la antropología, la psicología evolucionista y la teoría de la degeneración articuló las ansiedades sobre la posibilidad de intrusiones atávicas en el mundo empírico, que nutrió obras de la literatura popular como El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde) (1886), de Robert Louis Stevenson, El perro de los Baskerville (The Hound of the Baskervilles) (1901), de Sir Arthur Conan Doyle, y Jude el oscuro (Jude the Obscure) (1895), de Thomas Hardy, por nombrar sólo algunas. Pero en ningún lugar estas preocupaciones están más explícitamente dirigidas hacia el debilitante progreso científico y tecnológico como en Drácula (1897), de Bram Stoker. Con la magnífica estructura epistolar de Drácula, Stoker representa un modelo antidialéctico a través del cual lo viejo se vuelve nuevo, y los modelos de negación y síntesis son interrumpidos por la categoría paradójica de lo no-muerto. Mientras Drácula reduce la premisa y la conclusión a un ciclo continuo a través del cual los atavismos amenazan con subsumir la supremacía científica y tecnológica, el no-muerto emerge de las sombras de la especulación para desestabilizar los mismos cimientos de la cultura victoriana.

El punto con el que Drácula alcanza su escalofriante horror deriva en parte de su transcripción epistolar. Drácula, que carece de narrador omnisciente, subraya el tiempo de presente a través de recursos como los medios documentales, esto es, la máquina de escribir, el fonógrafo, el telégrafo, y la cámara Kodak (Belford 261). De acuerdo con una reseña de 1897 en The Spectator, el relato de Stoker “Hubiera sido mucho más efectivo si hubiera escogido un periodo anterior. La actualidad del libro — los diarios grabados, las cartas mecanografiadas, y demás — apenas se ajusta a los métodos medievales, que, en último extremo, garantizan la victoria de los enemigos del Conde Drácula” “would have been all the more effective if he had chosen an earlier period. The up-to-dateness of the book — the phonograph diaries, typewriters, and so on — hardly fits in with the medieval methods which ultimately secure the victory for Count DraculaÕs foes” (qtd. Senf 60-61) . Esta preocupación por la disyunción entre la tecnología de la época victoriana tardía y los métodos medievales sugiere la inquietud con que muchos victorianos veían el resurgimiento de las antiguas supersticiones, que desestabilizaban el progreso científico y tecnológico. De hecho, las lagunas narrativas de la novela podrían interpretarse como representaciones de esta desestabilización (poniendo en evidencia las fisuras del progreso científico y tecnológico, a través de las cuales la especulación amenaza la autoridad científica), al igual que el simbolismo religioso y folclórico cobra importancia en los relatos más tardíos (sobre la discusión acerca de las similitudes entre la novela epistolar y el mosaico, véase Epistolarity: Approaches to a Form, de Janet Gurkin Altman). La referencia más evidente a la estructura epistolar se hace el 26 de septiembre en el diario de Seward, en el que Van Helsing acusa a su ex estudiante, el Dr. John Seward, de que “se contenta con dejar un espacio en blanco entre la premisa y la conclusión” [Bram Stoker. Dracula. Trad. de Juan Antonio Molina Foix. Madrid: Cátedra. 2006: 364] “[is] satisfied to let from premise to conclusion be a blank” (Stoker 159) . A través del género epistolar del texto, Stoker sigue y cuestiona el método científico, un gesto que podría por sí mismo suscitar el interés de un lector que buscó la fe en la ciencia para objetivar y hacer transparente el mundo empírico (Rait 120) (aquí es importante advertir que Stoker utiliza el método empírico para documentar los hechos).

Esta respuesta a la correspondencia de un pasado histórico con los avances científicos y tecnológicos abre nuestra discusión hacia algo más que un mero juego de Stoker con la cronología. Por ejemplo, el controvertido debate espiritualista, que alcanza su punto más álgido en 1860 (Noakes 23), ofrece una reflexión sobre la oposición entre el vampiro y el científico. En “Espiritualismo, ciencia y lo sobrenatural en Gran Bretaña a mediados de la época Victoriana” (“Spiritualism, science and the supernatural in mid-Victorian Britain”), Richard Noakes distingue entre la adhesión a la Ilustración de los principales científicos victorianos y la conjetura de los marginados espiritualistas (24). Noakes cita el Ilustrated London News de 1853, que expresaba su ansiedad por el “el hecho de que la gente del siglo xix se haya sumergido enseguida en las profundidades sin fondo del Espiritualismo” “matter of fact people of the nineteenth century [who were] plunged all at once into the bottomless deep of Spiritualism” (qtd. 25) . En 1872 esta distinción fue otra vez expresada públicamente en las cartas de Henry Dirks (el co-inventor de la ilusión del “fantasma de Pepper”) a The Times, donde dice que la ciencia “siempre trae los milagros a la luz del día” “always brings its miracles to the light of day”, mientras que el Espiritualismo “se oculta en cámaras oscuras . . . y rehuye la luz” “shroud itself in dark chambers . . . and shuns the light” (qtd. 28) . A pesar de la inmensa popularidad que tuvo en la época victoriana la exploración espiritualista del más allá, el parecido metafórico básico es claro: ambos están inmersos en la oscuridad y se hallan en un lugar marginal con respecto a la tradición científica occidental. Además, esta oposición explica el odio y el aborrecimiento que sienten los enemigos del Conde, que se unen todos contra él para “en mejor posición que si alguno de nosotros está a oscuras” [traducción de Molina , 2006: 409] “be stronger [than if] some of [them] were in the dark” (Stoker 185)

La metáfora de la oscuridad es aplicable

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