Cuento la trsiteza de mi hermana

La tristeza de mi hermana

Todo comenzó aquella tarde de un verano gris. Era sábado, el hermano de Gabriela llamado David se encontraba laborando en la carnicería del novio de su hermana. Ella estaba haciendo los quehaceres domésticos de la casa. Llegando el atardecer comenzó a preparar la cena para su padre y su hermano. En la noche llegó su hermano al igual que su padre el quien estaba en el taller en el que era mecánico.

Después de que Gabriela terminó la cena todos fueron al comedor como de costumbre, Roberto su padre se sentó en la silla principal y los dos hijos a su lado. Sentados en la mesa conversaron sobre una gran variedad de temas en el cual dio cupo ; uno que marco una etapa muy triste en sus vidas .

Recordaron el estilo único y tan original que tenía su madre, de cocinar y que era muy diferente al de su hija Gabriela. La forma de ser de esta mujer era única. En su rostro se reflejaba amor, carisma, respeto y comprensión hacia su familia y los demás.

Pero lamentablemente una enfermedad se apoderó de ella ,cáncer de seno. Este se lo habían diagnosticado después de 3 años del nacimiento de Gabriela. Que era la hija menor. Nunca se dio a conocer entre sus hijos; el único problema era que la enfermedad tomaba control de su cuerpo en ciertas formas y empezaba a reflejarse con la caída de su pelo, vómitos de sangre entre otras cosas que a su vista era insignificante, pero al parecer de su doctor eran de gran complejidad y preocupación.

Al pasar el tiempo David quien era el hijo mayor empezaba a notar que su madre repetidas veces se paraba rápidamente del comedor. Un día mientras su padre estaba en el taller donde trabajaba, él se acerco a su madre y le pregunto con mucha tristeza: Mami, ¿Qué te pasa? Felicia su madre le respondió y dijo: Nada mi amor, he dormido poco estos días y he trabajado mucho hasta altas horas de la noche, aparte de eso fui al salón hace ya varios días y me corte el pelo.

David no quedó muy satisfecho con su respuesta porque en el fondo el sabia que algo le estaba sucediendo a su madre, aunque no desconfió de ella porque la amaba mucho.

Felicia por su salud comenzó a tomar el tratamiento de quimioterapia, pero aun así el problema era que su enfermedad ya para ese entonces estaba muy desarrollada, porque su tratamiento se inicio cuatro año después de haberlo descubierto.

Felicia fue a su casa con el alma rota y no paraba de llorar. Esperando algo de apoyo habló con su esposo Roberto, quien al oír esto le dijo: Eres inservible ya no tienes nada de cabello y peor aún no me puedes complacer. Al escuchar esto Felicia fue al cuarto en el que dormían ella y su esposo. Allí permaneció por mucho tiempo sola. Al pasar un día de lo ocurrido Roberto quiso entrar al cuarto pero estaba cerrado. Tocó la puerta y nadie respondió. Con fuerza llamo a su esposa ¡Felicia¡ ¡Felicia! ¡ábreme la puerta! Felicia respondió y dijo : para que lo hare si ya no te importa si vivo o estoy muerta. Cariño no digas eso lo que dije lo hice sin pensarlo, dame otra oportunidad ¿cómo quieres que te de otra oportunidad? amargaste mi vida por completo. Esas palabras no deberías de haberlas ni pensado ¡aléjate de mí, nunca me dirijas la palabra! Después de esto se escuchaban las lagrimas desde su habitación hasta la cocina que estaba el extremo de la casa.

Pasados ya tres días Roberto reunió a sus hijos, Gabriela que ya tenía catorce años y David que tenia dieciocho. Roberto comenzó a contarle sobre la enfermedad de su madre y lo melancólica que estaba por ellos, Gabriela y David lloraban, y le preguntaban a su padre que porque a ella y no a nosotros.

Inmediatamente al enterarse de lo ocurrido fueron a la habitación de su madre, tocaron la puerta y se abrió sola, pero con la sorpresa que se llevaron, hubiesen preferido que nunca se abriera. Felicia su madre la que por tantos años le dio su amor incondicional estaba en un sueño del cual nunca podría despertar.

El dolor se notaba en sus hijos y al hablar se notaba lo mucho que la amaban. Después de haber pasado un año de la muerte de su madre aun hablaban de ella como si estuviese viva, nadie se atrevía a decir nada ya que entendían lo que ocurría.

Ya recuperada pero no olvidada de la muerte de su madre Gabriela salió al cine con algunas de sus amigas y alla Cindy su mejor amiga que la apoyo durante todo el tiempo en que ella lloraba y no deseaba estar en el mundo

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