DIAGNÓSTICO DEL SECTOR EN LA ECONOMIA DEL DEPTO DEL QUINDIO

DIAGNÓSTICO DEL SECTOR EN LA ECONOMIA DEL DEPTO DEL QUINDIO3.1.

Cuando se menciona el nombre del Departamento del Quindío, en cualquier parte de Colombia, y en muchas del mundo, de manera inmediata la mente se transporta por la inmensidad del verde del paisaje natural, el suave viento que adormece desde las erguidas palmas de Cera, árbol nacional, la frescura de los pequeños bosques que circundan las pequeñas parcelas o la grandes extensiones de unas cuantas fincas, y se hace un proceso mental de ensoñación que transporta a cualquier turista, parroquiano o desapercibido ser humano, que escucha esta insinuación y suspira en el placer de conocer, haber conocido o en el deseo de conocerlo.

Es así, como a través del tiempo, y después de haber trasegado por la rutas del mejor café de Colombia, el plátano con el más rico sabor, consistencia, peso y textura, el suave olor de los guayabos en flor, los aromáticos azahares de los cítricos y el rojo alegórico de los granos de café maduro, frente a la enorme crisis cafetera por múltiples razones entre las cuales se cuenta, la caída del pacto del café, las crisis de la roya, la sigatoca negra, el moco… y cuántas adversas circunstancias llevaron a los propietarios de las fincas, al igual que a las clases dirigentes, a pensar sobre la estrategia que contribuiría en la solución de una problemática que se convirtió en “una plaga” peor que las antes mencionadas: el desplazamiento a la ciudad de una población trashumante que no encontró más respuesta en el campo, para desarrollar su proyecto de vida y el de sus familias, ocasionando el incremento de los cordones sino de miseria, por lo menos sí de pobreza en la capital del Departamento y en las cabeceras de los municipios.

Desde lo más profundo del aguerrido ancestro antioqueño, valluno, bogotano, tolimense y hasta santandereano, surge un guerrero que estaba acostumbrado a una finca que le producía para sí y para otros, y por todas las circunstancias mencionadas, se ve enfrentado a tomar decisiones y ahondar en las posibilidades que le quedan, aprovechando al máximo, la infraestructura existente del entorno y especialmente a la capacidad instalada y la bondad que le oferta el paisaje y la riqueza de una cultura tradicional, ancestral y de gran valor para propios y extraños: el turismo rural…

Es importante resaltar que se está hablando de una raza que surge de la mezcla de la integración entre indígenas, españoles, y coterráneos de muchas regiones colombianas asentadas en el Departamento que antes estaba inmenso en la división territorial geográfica de Antioquia, posteriormente Caldas y que por proceso de “liberación” logra su reconocimiento como departamento del Quindío, sin que por ello se pierdan características altamente representativas de los razas que se mezclan. Raza o grupos heterogéneos identificados por la actividad económica que posibilita su existencia y que es la explotación de la tierra, de manera particular en la agricultura, de alta movilidad por las características del transporte que en la región es sino el mejor, sí uno de los mejores de Colombia, porque se cuenta con las mejores vías de penetración rurales, con infraestructura instalada de servicios públicos de acueducto, energía, y telefonía, y hoy por hoy, ya se implementa en algunos lugares rurales el gas natural.

De igual forma, la misma ubicación geográfica le hace núcleo del anillo vial de Colombia, posicionándolo como el punto de encuentro de las actividades de comercio, y punto de partida para Bogotá, Cali, Buenaventura, Medellín, sumando el hecho de tener un aeropuerto con calificación de internacional, que activa los procesos de comercialización, embarque de mercancías, en donde el Puerto Seco Zona Franca Eje Cafetero, es un punto de referencia que con el tiempo se posiciona para todos los procesos que le atañen, al igual que el arribo y salida de turistas con un flujo permanente e importante.

Sin dejar de reconocer que el café giró como el proceso de comercialización más significativo, validando la cultura cafetera desde su construcción, la idiosincrasia de población con un alto sentido de la hospitalidad, y que se tendrá siempre como una experiencia invaluable, a raíz de los problemas por la caída de este importante renglón económico, se evidencia la necesidad del surgimiento de nuevos reglones que dinamicen la economía, entre las que se destacan los cultivos del plátano, la yuca, la caña de azúcar con una representación en la producción panelera, las curtiembres, la producción de muebles de madera, …y de manera específica se incursiona en la oferta turística desde el paisaje rural, en donde la oferta para visitar y disfrutar enmarca el atractivo desde la participación en recorridos por el llamado “corredor turístico” que motivan e incitan al disfrute de actividades en grupo, familia, y hasta individuales, con el aprovechamiento como ya se había mencionado, de la infraestructura instalada, donde los procesos de inversión aunque importantes, no generaron enormes capitales, por cuanto se contaba un mínimo existente, que dentro del sentido mínimo, realmente era y es alto, porque todo lo existente en las diferentes fincas, parcelas, hatos, … se convierte en apoyo: maquinarias, muebles, enseres, locaciones, instalaciones, … hasta la ornamentación que se trasladó de las vivienda urbanas a las fincas convertidas ahora en oferta.

Esta ofertó estuvo dinamizada por la iniciativa de líderes regionales que visionaron en el Departamento el potencial de los servicios turísticos desde la emulación de grandes ofertas en el mundo como los parques temáticos de Orlando, con la posibilidad del aprovechamiento de la cultura cafetera con el hermosísimo Parque del Café, - Parque Nacional del Café, que consolidó procesos arquitectónicos con reconocimiento en el país y el mundo, no sólo por las implicaciones que la misma ingeniería tuvo en cuenta, sino por la perspectiva, proyección, visión y ampliación del pensamiento, desde la retina del visitante. Con ello, naturalmente el proceso de participación de entorno inmediato y distante se vio impactado y quienes estaban alrededor, se abrieron paso con esfuerzos de todos los tamaños, desde la capacidad de cada uno, para posicionar una oferta de restaurante, hotel, hospedaje, hostal…que estuviera acorde a las circunstancias que les enmarcaban dentro del paisaje.

Así, surgieron y surgen a diario, numerosas ofertas que son cada día mejoradas desde todos los puntos de vista: comodidad, belleza, confort, elegancia, riqueza paisajística con elementos invaluables desde la fauna, la flora y naturalmente el verde quindiano que se vuelve indescifrable desde una descripción precisa por su diversidad y por la relajación que proporciona al ojo del mejor visor. Una oferta digna de las más grandes latitudes, sin desconocer que aún se requiere mucho proceso de formación desde la oferta del servicio y abanico de posibilidades, que reconociendo la variedad y riqueza de otros entornos, el propio no deja qué desear desde lo que se tiene. Es así como, se producen fenómenos de oferta que cada momento se incentiva con la respuesta de una demanda, que cada vez es más creciente porque para el Departamento del Quindío, el turismo se ha ido posicionando como un reglón económico importante, y se espera que con el tiempo su crecimiento propicie un mayor desarrollo de la región, para beneficio de la población urbana y rural y para generar recursos que impacten el producto interno bruto.

En este marco del pensamiento, también se destacan las infraestructuras del Parque Nacional de la Cultura Cafetera PANACA, la Granja Autosuficiente PEQUEÑA MAMÁ LULÚ, EL CRIADERO DE TRUCHA DE SALENTO, COCORA, El MUSEO DE LA GUADUA, EL CRIADERO DE TRUCHA AZUL DE PIJAO, el BALSAJE POR EL RIO LA VIEJA, PIDRAS DE MOLER, EL MIRADOR DE FILANDIA, EL MARIPOSARIO, EL VALLE DE MARVELEZ -…Además del potencial de la oferta de fincas y hoteles que dinamizan los procesos de turismo para todos los visitantes.

Con estos procesos de la oferta turística rural, es indispensable reconocer que la parte urbana de la capital Quindiana Armenia, ha sufrido una gran metamorfosis porque antes del terremoto del 99, ya estaba enmarcada en un crecimiento urbanístico importante en la oferta de vivienda urbana tipo medio y alto. Posterior al terremoto y desde el empuje de los líderes que manejaron el proceso de reconstrucción, esta capital se expandió en alto porcentaje de vivienda en todos los niveles económicos y de manera particular desde las grandes construcciones de infraestructuras de clase media y alta, sin dejar atrás el crecimiento de la vivienda de interés social, marcando una huella de ciudad residencial, en razón que no ha sido igual el crecimiento industrial. Mientras otras capitales de departamento como Pereira en Risaralda muestra un crecimiento industrial, Armenia es una acogedora oferta habitacional para residir y disfrutar. Con ello y frente a la oferta del turismo como servicio, en donde también la oferta de servicios de salud está determinando un resultado altamente significativo, con el crecimiento de clínicas y lugares de recuperación que ofertan cirugías en todos o muchos de los campos de la salud. Situación puntual que dinamiza los procesos de las empresas comerciales, que se ven comprometidas a proponer y participar de procesos de mayor inversión, para responder a la demanda de los visitantes turísticos, con un resultado de alta magnitud para Armenia, que como ya dijo, siendo residencial, abre puertas a diario a dar respuesta a “Nueva Dinámica Comercial Local Generada por los centros comerciales” con asentamiento de mercados de segunda superficie tales como CALIMA CENTRO COMERCIAL, EL PORTAL DEL QUINDIO,

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