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Descartes, Kuhn, Nietzsche


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2015  •  Resúmenes  •  5.973 Palabras (24 Páginas)  •  103 Visitas

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DESCARTES:

MEDITACIONES:

  • Primera Meditación: aquí Descartes nos habla que en sus primeros años admitía como verdaderas una cantidad de opiniones falsas, de modo que le fue preciso deshacerse de todas estas opiniones para comenzar nuevamente, negando el crédito a todas aquellas cosas que no son enteramente ciertas e indudables. Todo lo que hasta ahora había admitido como verdadero y seguro lo ha tomado por los sentidos pero, a veces, aunque estos eran engañosos, existen quizás muchas otras de las cuales no se puede razonablemente dudar.  

Para él era preciso reconocer que las cosas que se presentaban en sueños estaban formadas a semejanza de algo real y verdadero, y estas cosas no son imaginativas sino, verdaderas y existentes.

La aritmética, la geometría y otras ciencias de esta naturaleza, contienen algo cierto e indudable pues, aunque este despierto o duerma, dos y tres juntos formaran siempre el número cinco.

Decaar supone la existencia de cierto “genio maligno” (astuto y engañador) que emplea su habilidad en engañarlo; piensa que todas las cosas exteriores que ve no son sino ilusiones y engaños de los cuales éste se sirve para sorprender su credulidad.

  • Segunda Meditación: aquí Descartes llega a la conclusión de que no existe nada en el mundo verdadero. El cuerpo, la figura, la extensión y el movimiento son solo ficciones del espíritu. Tiene la certeza de que existe en tanto este “genio maligno” del cual hablaba primeramente, lo engañe; y que jamás podrá ser que sea nada en tanto piense ser alguna cosa (“yo soy, yo existo”).

Concluye que él no es más que una cosa que piensa, es decir, un espíritu, en entendimiento o una razón. No es esa reunión de miembros que se llama cuerpo, ni un aire tenue, ni un viento sino que, está seguro de que es una cosa que piensa, duda, concibe, afirma, niega, que quiere, que no, que imagina y siente.

“No se concibe un cuerpo más que por la facultad de que existe en nosotros y no por la imaginación y los sentidos, y que no los conocemos porque lo vemos o tocamos, SINO SOLAMENTE PORQUE LOS CONCEVIMOS MEDIANTE EL PENSAMIENTO.

 

TEXTO: Reale y Antiseri.

Reglas del Método.

  1. Regla de la EVIDENCIA: no se debe tener nada que se conoce como verdadero hasta no conocerlo con evidencia. Evitar la precipitación y la prevención (principio normativo fundamental), todo debe converger hacia la claridad y la distinción.

Es el acto intuitivo o la intuición, concepto de la mente pura y atenta, tan fácil y distinto que no queda ninguna duda alrededor de lo que pensamos; reciproca transparencia entre razón y contenido del acto intuitivo, idea clara y distinta que refleja solo la luz de la razón. Considera en sí misma, intuida y no argumentada, trata la idea presente ante la mente abierta.

  1. Regla de DIVIDIR EL PROBLEMA EN SUS PARTES MENORES: método analítico. Al desmenuzar lo complicado en sus elementos más sencillos permite que la luz del intelecto disipe sus ambigüedades. Para la intuición es necesaria la simplicidad que se logra a través de una descomposición de lo complejo en partes elementales; solo se llama simple a aquellas cosas cuyo conocimiento sea tan claro y distinto que la mente no pueda dividirla aún más.
  2. Regla de la SINTESIS: consiste en conducir con orden mis pensamientos comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para ascender hasta aquellos conocimientos más complejos con el fin de crear un cierto orden, cadena de razonamientos, avanzando desde lo sencillos a lo compuesto.
  3. Regla de ENUMERACIÓN Y REVISION: consiste en efectuar en todas las partes enumeraciones complejas y revisiones generales para llegar a la seguridad de no haber omitido nada, enumeración suficiente y ordenada.

 

LA DUDA METÓDICA.

La duda metódica para Descartes es un paso provisional a la verdad a través de la duda. Siempre supone la existencia de cierto “genio maligno”, entonces para él, no existirían ningún sector valido que escape o resista la fuerza corrosiva de la duda; supone que todas las cosas que ve son falsas. Se la llama metódica en la medida en que constituye un paso obligado provisional para llegar hasta la verdad.

LA CERTEZA FUNDAMENTAL.

Habla de la proposición que hace Descartes “pienso, luego soy”, porque incluso la duda la confirma. Mediante el pensamiento todo lo que está en nosotros esta hecho de forma que nos permite ser inmediatamente consientes de ello; todas las operaciones de la voluntad, del intelecto, de la imaginación y de los sentidos, son pensamientos. Se trata de un acto intuitivo gracias al cual persigo mi existencia en tanto este pensando (no existe ninguna ruptura entre el pensamiento y el ser). “El hombre es una realidad pensante”.                                                                                                                    Esto es una certeza inquebrantable relacionada con la propia existencia, la cual en la medida en que se esté pensante resulta clara y distinta. Una vez que hayamos conseguido la claridad y la distinción ya no tendremos necesidad de otros apoyos o garantías. La certidumbre de la existencia no necesita otra cosa que claridad y distinción; por lo tanto, el banco de pruebas del nuevo saber filosófico y científico es el sujeto humano, la conciencia racional. (El hombre está hecho así y solo debe aceptar verdades que reflejen tales exigencias).                                                                       La unidad de las ciencias remite la unidad de la razón y la unidad de la razón remite a la unidad del método.

1)      ¿Pueden verse en cada meditación las reglas del método?

 

Sí, las meditaciones, cumplen con las reglas del método que son: 1-evidencia, 2-                       análisis, 3-síntesis, 4-revisión. Ya que presentan el método mate aticista  en el cual siempre existe la descomposición del problema. Aquí expliqué brevemente cada regla.

 

2)      ¿En qué consiste la Primer Certeza?

 

En la primera certeza se plantea que soy una cosa que piensa. Sostiene que el sujeto tiene 3 ideas innatas (Alma: cosa pensante, Mundo: cosa extensa, Dios: cosa infinita).                        La proposición pienso luego soy es absolutamente verdadera porque incluso la duda la confirma. El pensamiento para Descartes son las operaciones del intelecto, de la voluntad, de la imaginación y de los sentidos, son pensamientos. Nos hallamos ante la transparencia del yo ante sí mismo (el que duda soy yo). La claridad es la regla básica del conocimiento y la intuición constituye su acto fundamental.                                                                      Decir pienso luego soy no es un razonamiento sino pura intuición.                              Descartes, cuando define la naturaleza de nuestra propia existencia, sostiene que es una realidad pensante, en la que no hay ruptura entre el pensamiento y el ser.                La substancia pensante es el pensamiento en acto y el pensamiento en acto es una realidad pensante. De este modo conquista una certeza, relacionada con la propia existencia, la cual en la medida que es pensante, resulta clara y distinta. Para pensar preciso existir. La claridad y la distinción se encuentran fundamentadas. Tales reglas se basan en la certeza adquirida que nuestro yo o la conciencia propia como realidad pensante se presenta con los rasgos de la claridad y la distinción.                                                                                                 Nuestra existencia en tanto que la cosa pensante fue aceptada como algo indudable sobre un único fundamente: la claridad y la distinción. Para llegar a tales verdades es preciso recorrer el método.

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