ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Descartes


Enviado por   •  18 de Mayo de 2014  •  586 Palabras (3 Páginas)  •  125 Visitas

Página 1 de 3

Fruto de toda una biografía que ha tenido el pensamiento como principio, Las pasiones del alma (1649) es la última obra publicada por Descartes en vida y puede considerarse como su testamento filosófico. Escrita a instancias de la princesa Isabel de Bohemia, quien pedía reiteradamente a su «instructor» aclaraciones sobre la relación en el ser humano entre dos sustancias tan distintas como el alma y el cuerpo, en ella encontramos una serie de reflexiones que profundizan, precisan o rectifican algunas de las tesis que Descartes había sostenido con anterioridad. La obra, elaborada con la intención de «explicar las pasiones —en palabras del autor— no como orador, ni tampoco como filósofo moral, sino solamente como físico», consta de tres partes, «de las que la primera tratará de las pasiones en general, y en ocasiones de la naturaleza del alma, etc.; la segunda, de las seis pasiones primitivas, y la tercera, de todas las demás». De hecho, Descartes inicia su explicación sobre las pasiones por una descripción de la fisiología humana, para acabarla con una reflexión acerca de la moral, tras dar cuenta de las mismas como resultado de la unión del alma y el cuerpo. Fisiología, interacción alma-cuerpo y moral son los temas que articulan el contenido de este libro.

En el tratado de Las Pasiones del Alma, Descartes distingue en el alma acciones y pasiones:

Las acciones dependen de la voluntad; las pasiones son involuntarias y están constituidas por percepciones, sentimientos o emociones causadas en el alma por los espíritus vitales, esto es, las fuerzas mecánicas que actúan en el cuerpo. Evidentemente, la fuerza del alma consiste en vencer las pasiones y detener los movimientos del cuerpo; mientras que su debilidad consiste en dejarse dominar por las pasiones presentes, las cuales, siendo contrarias entre sí, solicitan al alma de un lado y, de otro, la hacen combatir contra sí misma, dejándola en el estado más deplorable. Esto no quiere decir que la pasiones sean dañinas; todas se relacionan con el cuerpo y se dan al alma; de modo que tienen la función natural de incitar al alma a consentir y contribuir a las acciones que sirven para conservar al cuerpo y hacerlo más perfecto. En este sentido, la tristeza y la alegría son las dos pasiones fundamentales. Por la primera, el alma se da cuenta de las cosas que dañan al cuerpo y por eso siente odio hacia lo que le causa tristeza y el deseo de librarse de ello. En cambio la alegría, advierte al alma sobre las cosas útiles al cuerpo, y de esta manera siente amor por ellas y el deseo de adquirirlas o conservarlas.

A las pasiones acompaña un estado de servidumbre, del cual el hombre debe procurar librarse. Casi siempre hacen aparecer el bien y el mal que representan mucho más grandes e importantes de lo que son, por ello, nos incitan a huir del uno y buscar el otro con más ardor de lo que es conveniente.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com