Después del estado nacional

Después del estado nacional…

La velocidad global del movimiento toma impulso, que se comprime en el espacio/tiempo. La economía se desplaza rápidamente. Aquello que se mueve con velocidad esta prácticamente libre de las restricciones con el territorio dentro del cual se origino, aquel hacia el cual se dirige o el que atraviesa de paso. En un mundo donde el capital no esta establecido y los movimientos financieros están fuera de control, las palancas de la política ya no funcionan. Alberto Melucci sugiere que las organizaciones al crecer velozmente tienen el efecto de acelerar la marginación en las áreas débiles y abre nuevos canales para la asignación de recursos. El estado nacional se erosionan y las que lo causan son TRANSNACIONALES que son objeto de conjeturas mas que de análisis fiables. No existen unidad ni coordinación premeditada de estas fuerzas…El mercado no es la negociación interactiva de fuerzas en competencia, sino mas bien el tira y afloja de exigencias manipuladas, necesidades artificiales y la avidez por las ganancias rápidas.

A lo largo de la era moderna nos habituamos en la idea de que el orden equivale a ejercer el control, pero es lo que mas echamos de menos. La imagen del desorden global refleja una nueva conciencia. En pocas palabras nadie controla al mundo.

¿Universalizar o ser globalizado?

Este rasgo es inseparable de la imagen de globalización y la coloca en otra idea de lo cual aparentemente remplazó: la idea de universalización. Esta idea trasmitía esperanza, integración y la resolución de crear orden universal. El término se refiere ante todo a efectos globales indeseados e imprevistos más que iniciativas y emprendimientos. La globalización no se refiere a lo que nosotros queremos o esperamos hacer, sino a lo que nos sucede a TODOS.

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