Diversidad Educativa

Martín y Mauri (1996; 14) plantean que “La calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje depende fundamentalmente de la capacidad de ajustar la intervención del docente a las variadas necesidades educativas de todos los alumnos” respondiendo de esta manera a la diversidad presentada entre los alumnos. Dicha diversidad puede ser cultural, de lenguaje, de capacidades cognitivas, de motivaciones e intereses.

La diversidad de los alumnos puede no ser tomada en cuenta por los maestros, pero esta acción genera problemáticas sino es atendida de manera correcta a través de respeto, la tolerancia y la igualdad de oportunidades, es por esto que es necesario adaptar la escuela a las necesidades de sus alumnos, adecuando la educación a la actualidad que vivimos dejando de lado el deseo de uniformidad y homogeneización y atender la diversidad desde la atención y respeto a la diversidad de los alumno para lograr una verdadera igualdad de oportunidades que integra a todos los alumnos

La heterogeneidad en las aulas es un hecho natural que refleja la realidad social cotidiana, la cual impide convertir la escuela en un club exclusivo de unos pocos que marginan a otros, es por esto la intensión de promover la diversidad como valor a potenciar y promover, puesto que es en la diversidad donde se encuentra el respeto mutuo, la colaboración, el conocimiento, en donde todos los miembros de una comunidad son dignos de consideración y estima.

La diversidad se fundamenta en cuatro razons (Muñoz, Rué y Gómez, 1993; 52):

- Sociales: al considera la educación como medio de compensación de las desigualdades sociales.

- Culturales: al concebir la realidad humana como plural, abierta y relativa.

- Éticas: al considerar la profesión educativa como una actividad promocionadora y no sancionadora ni selectiva.

- Psicopedagógica: al considerar el aprendizaje como un proceso social de reconstrucción del pensamiento persona.

La atención a la diversidad promueve la igualdad de oportunidades para evitar la desigualdad y discriminación en la educación y en los parámetros de calidad, planteando decididamente que la misión olvidada de la escuela es poner en marcha un modelo de formación de los ciudadanos n el que se permita y se potencie la inclusión de todos de manera intercultural.

La idea de la diversidad en el currículo y el currículo para la diversidad es una manifestación de una filosofía democrática, que tiene el reto de compaginar dos derechos fundamentales: el derecho a la igualdad entre todos los ciudadanos a recibir una educación de calidad y el derecho a las diferencias sin que provoquen desigualdades ni discriminaciones.

López Melero (1993;40) afirma que es preciso

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