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Dos emociones problemáticas


Enviado por   •  24 de Marzo de 2017  •  Resúmenes  •  341 Palabras (2 Páginas)  •  106 Visitas

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Dos emociones problemáticas

Hay dos emociones que no solo implican el pensamiento y la actitud de un sujeto, sino también su economía, entorno social y la misma evolución. Dos emociones que los jueces y jurados aprovechan hasta el cansancio pero de manera indirecta: La ira y el temor. Ellos tienen la ira como respuesta el prejuicio y el temor como respuesta a posibilidades negativas imaginadas

De modo similar, la repugnancia y la vergüenza. Durante cinco décadas, estas emociones se han analizado en el plano filosófico, en lo empírico y lo psicológico.

La vergüenza y la repugnancia son diferentes de la ira y del temor en el sentido de que las dos primeras mencionadas ya que pueden ser interpretadas de diferentes formas,  por lo tanto, no hay una vergüenza y repugnancia universal, cambian normativamente. En cambio, la ira es una emoción que tarde o temprano se tiene que experimentar y que es normal sentirla y expresarla, ya que ni nosotros mismos, a veces, sabemos cuándo vendrá o controlarla. La ira es susceptible a ser alterada por terceros.

La repugnancia es muy distinta a la ira por el hecho de que sus pensamientos son poco razonables. Pero eso no significa que la repugnancia no haya sido una emoción factor en nuestra evolución.

La vergüenza es más compleja, hay mucho más que decir acerca de su papel en el desarrollo con los ideales y aspiraciones.

La vergüenza primitiva es carácter infantil de omnipotencia y a la renuncia de aceptarse como un ser con necesidades. A pesar de ser primitiva, los seres humanos actuales seguimos teniendo algo de ella.

Una sociedad liberal tiene sus razones para reprimir la vergüenza y proteger a sus ciudadanos de ella.

Existe una psicología política que se podría encargar de normas relativas en un ciudadano adecuado y políticamente correcto, con un rol adecuado al derecho, a la ley regida en su sociedad.

Una buena forma de formar una sociedad liberal es basar a ella misma en el reconocimiento de la igual dignidad de cada individuo y las vulnerabilidades inherentes de una humanidad en común.

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