EL MITO DE LA CAVERNA

EL MITO DE LA CAVERNA

El hombre como ser real está obligado a pensar de una manera u otra; esto es inevitable y por ello Platón en su alegoría de la caverna trata de explicar la situación tan compleja en la que el hombre se encuentra con relación al conocimiento. El hombre trata de alcanzar respuestas racionales a través de la experiencia (filosofar) para alcanzar a conocer en su totalidad a un objeto específico. A partir de la observación de las cosas, una persona no puede decir que la conoce ya que hace falta una experiencia más personal con este objeto para realmente llegar a conocerlo.

Cuando podemos ver a los objetos es mucho más fácil de conocerlos en su aspecto físico pero hay muchos entes que no pueden ser vistos por los ojos humanos y esto nos lleva al eterno dilema de que consideramos como real. Platón nos pide que nos pongamos en los zapatos de unos prisioneros que habitan en una caverna desde muy pequeños para explicar el mundo físico que no es lo que debemos alcanzar comprender sino más bien el mundo absoluto de las ideas o lo intangible.

El mito de la caverna simboliza claramente dos mundos: el mundo sensible (interior de la caverna) y el mundo intelegible (exterior de la caverna) y este le pide al lector que se imaginen como prisioneros en una obscura caverna, atados y separados de una fogata por una pared. Al otro lado de la pared pueden oír las voces de unos individuos y pueden ver las sombras de unos objetos en forma de estatuillas que los individuos cargan. Estos objetos son variados, desde animales hasta plantas, y los prisioneros solo ven las sombras de estos artefactos. Estos cautivos como no han conocido otra cosa piensan que las sombras son los objetos y piensan que esta es su realidad. Esto es una alegoría a la situación de algunos hombres que se encuentran en un estado de ignorancia y perciben una realidad parcial ya que no conocen lo que hay detrás y más Allá de ella. La realidad que ellos no conocen se encuentra en el mundo exterior pero ellos nunca han salido de su caverna o prisión.

Lo que nos quiere mostrar Platón a partir del contraste entre la oscuridad de la caverna y la claridad del exterior es la relación que hay entre las cosas de la naturaleza del mundo de las Ideas. No quiere decir que la naturaleza sea triste y oscura, sino que es triste y oscura comparada con la claridad de las Ideas.

En el mundo sensible, los hombres se encontraban encadenados mirando las sombras proyectadas de las cosas en la pared de una cueva incapaces de volver la vista.

Del mismo modo nos encontramos en este mundo mirando las sombras de las ideas, incapaces de dirigirnos directamente a las ideas prescindiendo de todo lo sensible.

Además describe el camino que recorre el filósofo desde los conceptos vagos hasta las verdaderas ideas que se encuentran tras los fenómenos de la naturaleza. Los habitantes que se quedan en la caverna simbolizan a la mayoría de los seres humanos, que están satisfechos con su vida entre las sombras. El personaje que se libera y luego regresa para liberar a sus compañeros simboliza a una persona sabia, e intenta convencer a los demás moradores de la caverna de que las imágenes de la pared son sólo copias de lo que verdaderamente existe. Pero sus compañeros no le creen y señalan a la pared de la caverna, diciendo que lo que allí ven es todo lo que hay y lo terminan matando. De ese modo, el mito de la caverna se convierte en una imagen del valor y de la responsabilidad pedagógica del filósofo.

Hay una salida, pero antes de llegar puede haber recaídas,

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