ENSAYO DE FILOSOFIA

TITULO. Aportaciones de la filosofía cristiana medieval

AUTOR. Andrea Andrade Villagómez

El primer contacto entre la filosofía y el cristianismo fue algo agresivo, poco a poco la filosofía griega logrará asimilar la intervención de este, lo que toma de los griegos son su lenguaje, tecnicismos, etc.

Después de la caída del Imperio Romano en Occidente la Iglesia Cristiana interviene en la Edad Media y por consecuencia Europa se divide en reinos distintos que buscaban expandirse e incrementar su poder, pretendiendo lograr su objetivo la relación entre el Imperio, los nuevos reinos, la Iglesia y el poder papal. Gracias a estos sucesos la Iglesia era el centro de todo y en la Edad Media adquiere el control total de las sociedades, lo cual implantó una nueva interpretación de un mundo creado por Dios y sin derecho a contradecir.

Cuando la Iglesia comenzó a ejercer numerosas funciones que le correspondían al gobierno y a tener influencia en el desarrollo social y cultural, fue cuando surgió la necesidad de recurrir a la Filosofía y acercarla a las religiones que estaban dominando, con esto se comienzan a dar debates sobre cuestiones doctrinales, se permitió la defensa de la fe católica, se usa el latín como lengua universal.

Para los griegos la idea de Dios era la parte más elevada del alma, razón cósmica, como en Anaxágoras, Aristóteles y los estoicos. En cambio para los cristianos, era diferente, ellos entienden a Dios como el creador de todo, que su único fin es el bienestar humano, que también adopta una apariencia humana con características como: padre, creador, todopoderoso y único.

Uno de los personajes más relevantes de esta época fue San Agustín de Hipona, un doctor y Obispo de la Iglesia. Él dice que si el ser humano duda de Dios o de los objetos creados por él, entonces existe, porque no se podría dudar si no existiera. Ni sirve de nada sugerir que uno podría engañarse al pensar que existe ya que, “si no existes, no puedes engañarte en nada”. Además, está claro para ese hombre que entiende tanto el hecho de su existencia como el hecho de que vive. Es decir, lo único seguro del hombre es: de que existe, vive y de que entiende. O sea que el ve inútil al hombre escéptico que insinúa que le hombre sueña y ve esas cosas en sueños, porque el hombre no afirma que está despierto, sino que vive, tanto si duerme como si está despierto, vive. También menciona que un hombre es consciente de lo que quiere. Si un hombre quiere ser feliz, es un error decirle que se equivoca. Dice que los filósofos escépticos nos pueden enredar con sus conocimientos y posturas de cada concepto pero algo es cierto, que existimos y sabemos que existimos, y amamos ese hecho y nuestro conocimiento de él; en estas tres cosas no nos perturba ningún miedo a equivocarnos porque no aprendemos las cosas mediante ningún sentido corporal sino de objetos externos.

Agustín era

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