ETICA Y VALORES

POLÍTICAS DE INTERVENCIÓN POLICIAL

La Policía Nacional de Colombia es una Institución centenaria, creada el 5 de noviembre de 1891; con la misión de garantizar el orden público interno en el país, la misión de esta Fuerza fue ordenada mediante el Artículo 218 de la Constitución Nacional.

Para poder la Policía Nacional satisfacer las necesidades de la comunidad que demanda a diario protección y seguridad, ha diseño modelos de trabajos enmarcados en los valores y principio que sustentan el sistema ético, para realizar una labor enmarcada en la transparencia.

El maestro Oscar Diego Bautista señala que la ética en los servidores públicos no se reduce a una lista de buenos principios, implica un cambio esencial en las actitudes de cada servidor público que se traduce en actos concretos orientados al interés y bien público, y se manifiesta en el ejercicio de la virtud por parte de los servidores públicos.

El objetivo de brindar a los integrantes de la Institución una educación basada en valores, principios y virtudes, hace que se aminoren problemáticas que a diario empañan la imagen institucional y que no son ajena nisiquiera al sistema político, una de estas problemáticas es la corrupción, con la cual no se puede aprender a convivir sino que más bien se deben seguir implementado estrategias éticas que permitan eliminar este monstruo que afecta el buen nombre.

Ante el flagelo mundial de la corrupción se hace necesario construir una cultura de la legalidad, que fortaleza la institucionalidad del estado desde la transparencia de las acciones de cada una de las instituciones públicas y de esa manera asegurar la adecuada gobernabilidad del país.

Por lo anterior, la Policía Nacional ha implementado su Doctrina Policial, entendida como un conjunto de ideas e opiniones basado en los preceptos que dicta la ética y la moral, de manera que se aporten conceptos claros a cada uniformado para mantener las condicione del libre ejercicio de los derechos y protección de la integridad de las personas.

El Policía es un funcionario al servicio de todos los ciudadanos y no solamente necesita unos conocimientos profesionales y unas buenas aptitudes en el desarrollo de su trabajo. Para poder hablar de un buen profesional de policía ha de tener, además, unas actitudes, unas convicciones éticas más allá de las que son exigidas a otros profesionales.

De ahí que la profesión de policía, tiene unas características especiales que pueden hacer cambiar el carácter de sus miembros más fácilmente que en otras profesiones y por eso mismo la ética policial es una garantía para el ciudadano, pero también para el propio policía que ha de asumir normas estrictas e ideales más altos que la mayor parte de las que son exigidas en general.

Hay que ser también muy claros, en no permitir ningún tipo de desviación por parte del

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