El Circulo Hermeneutico

EL CÍRCULO DE LA INTELECCIÓN

La problemática actual de la hermenéutica, alude a la filosofía como a la teología con el llamado Círculo Hermenéutico, por Heidegger, que si bien no utiliza este término si lo hace con el de una estructura circular de la intelección. Otros autores hablan de una esfera o circulo, en donde se ubica todo el asunto de la intelección, que no es otra cosa que la relación reciproca de de lo singular y un todo. Toda interpretación que implique comprensión tiene que haber comprendido ya lo que trate de interpretar. Es un hecho siempre observado, aunque sólo en el terreno de los modos del comprender y de la interpretación.

No se trata de ajustar el comprender y la interpretación a un determinado ideal de conocimiento, que no es él mismo sino una variedad del comprender lo que se me es dado, que en palabras del autor es “la cosa que sale a mi encuentro”. El cumplimiento de las condiciones fundamentales de un posible interpretar radica, antes bien, en no empezar por desconocer las condiciones esenciales para llevarlo a cabo. Lo decisivo no es salir del círculo, sino entrar en él del modo justo. Este círculo del comprender no es un círculo en que se movería una cierta forma de conocimiento, sino que es la expresión de lo ya dado. Por tanto toda intelección tiene por sí misma en su especificidad una estructura de dialogo.

SUJETO Y OBJETO DE LA INTELECCIÓN

Que el hombre pueda conocer el mundo es una modalidad exclusiva del “ser-ahí”. En contra del positivismo que supone la díada sujeto-objeto, Heidegger establece que el hombre en realidad no sale de su propia esfera como sujeto para “aprehender” las determinaciones del objeto. Dado que el ser del hombre existe en-el-mundo, no requiere ninguna travesía trascendental: el hombre está “ahí-fuera”. Los demás entes, incluso cuando le hacen frente, ya fueron descubiertos y comprendidos por él desde el momento que existe.

No hay una relación “objetiva”, “neutral” ni proceso alguno de objetivación que establezca un sujeto con la misión de trascender sus propios límites para captar las determinaciones del objeto. No hay “objeto en sí” que pueda ser conocido exhaustivamente por la pericia cognitiva del sujeto. Que el hombre exista en-el-mundo le provee de cierto conocimiento de los entes, lo abre al mundo y le permite conocer lo demás, reconociendo su propio mundo. Percibir, fijar imágenes en la conciencia y retener contenidos no implica que el sujeto salga y vuelva a su conciencia, representa cómo el hombre vive en tanto es un ser cognoscente, siempre fuera de sí mismo.

ESTRUCTURAS FUNDAMENTALES DE LA INTELECCIÓN

Toda intelección manifiesta una estructura de horizonte, se plantea que en la totalidad de

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