El Metodo De La Filosofía

El método de la filosofía se puede definir pero la definición que se le dé siempre será externa y no tendrá toda la información de las vivencias si nosotros mismos no hemos puesto en práctica este método, pero si la definición que se da está basada en lo que nosotros ya hemos vivido esta adquiere una forma real, por esta razón describir un método filosófico sin haber experimentado ya antes la filosofía es algo que se puede hacer pero a su vez algo inútil. Para entrar en la filosofía, lo primero que se debe tener es la disposición, volver a ser un niño pequeño que se cuestiona sobre las cosas y se asombra con ellas, como un niño que no entiende nada de lo que pasa a su alrededor pero quiere descubrirlo todo.

Según Platón la primera cualidad de un filósofo es la admiración. Admirarse es sentir esa inquietud que hace que en un lugar donde todos pasan tranquilos, como si nada raro pasara un filósofo este observando lo que los demás no ven y formulándose inquietudes acerca de las cosas que para los demás son normales. Por esto se dice que para quien todo es normal, para quien todo es natural, para quien nada es extraño, para quien nada le parece nuevo, esa persona nunca podrá ser un filósofo. El filósofo necesita esa admiración que el hombre ya perdió, por eso Platón prefería trabajar con jóvenes con poca experiencia a trabajar con viejos con mucha vivencia. Y Sócrates, maestro de Platón decía que el verdadero drama filosófico era actuado por las mujeres y los niños.

La segunda actitud que se necesita enormemente para poder filosofar es la exigencia y el espíritu de pensamiento, y con este aspecto se vuelve a afirmar que la juventud es la mejor etapa para filosofar, el joven no pasa por movimientos mal hechos en el espíritu. El joven tiene una exigencia de rigor y racionalidad, de intelectualidad que el hombre ya viejo, con el escepticismo que la edad trae no suele nunca poseer. En base en estos dos aspectos para poder filosofar se tiene que tener en cuenta que la filosofía va en contra de la "sabiduría popular", todas las tradiciones y refranes se tienen que eliminar para poder filosofar, porque la filosofía tiene que llevar a la solución de sus problemas un rigor metódico, que no es compatible con la facilidad excesiva con las que la "sabiduría popular" pasa de mente en mente y se arraigan en la gran parte de la población; por otro lado la filosofía no se tiene que ir al otro extremo, ósea al extremo de la ciencia, la filosofía no tiene que hacerse como la ciencia, la filosofía no tiene que ser solo la síntesis de los resultados obtenidos por las ciencias positivas, ya que no hay nada que de más lastima a la filosofía que ver a los científicos más ilustres en sus disciplinas tratando de filosofar sin saber absolutamente nada sobre la filosofía, ya que el hecho de que se haga un gran descubrimiento para la humanidad o de que se invente una nueva ley sobre el manejo de alguna disciplina no significa que alguno de estos genios pueda filosofar sin tener un entrenamiento previo sobre la filosofía, ya que a veces estos grandes genios que se ganan la admiración de las personas

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