El helenismo

El helenismo

Después de que Alejandro Magno (356-323) unió la civilización griega con Egipto y todo el Oriente hasta la India, se inicia una nueva época en la historia de la humanidad, un periodo que duró unos 300 años, se le llama helenismo. La cultura predominantemente griega dominaba los tres reinos helenísticos: Macedonia, Siria y Egipto. A partir del año 50 a.C. Roma empezó a conquistar uno por uno todos los reinos helenos y comenzó a imponerse la cultura romana y la lengua latina desde España hasta Asia. Comienza la época romana, o la Antigüedad tardía.

El helenismo se caracteriza porque se borraron las fronteras y surgió una variedad de ideas religiosas, filosóficas y científicas. Surgieron varias religiones nuevas que recogían dioses e ideas de algunas de las antiguas naciones. Esto de llama sincretismo o mezcla de religiones. Mientras se iban borrando las separaciones a las personas les fueron surgiendo dudas y se sentía insegura ante las visiones y conceptos de la vida.

Una característica común de las nuevas religiones es que solían tener una teoría sobre cómo las personas podían salvarse de la muerte. Mediante diversos métodos tenían la esperanza de obtener un alma inmortal y una vida eterna.

La filosofía se enfocó e en la salvación y el consuelo, los conocimientos filosóficos debían librar a los seres humanos de su angustia vital, de su miedo a la muerte y su pesimismo. Se borraron los límites entre religión y filosofía. La filosofía helenista continuó trabajando en ideas y planteamientos tratados por Sócrates, platón y Aristóteles. Los tres buscaban la manera más digna y mejor de vivir y de morir, es decir, se trataba de la ética. En la nueva sociedad ese fue el proyecto filosófico más importante: ¿En qué consiste la verdadera felicidad y como la podemos conseguir? Hubo cuatro corrientes filosóficas que se ocuparon de ésta cuestión:

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