El sentido de la vida y la felicidad

EL SENTIDO DE LA VIDA Y LA FELICIDAD 

¿Qué le da sentido a la vida y la felicidad? algunas de las antiguas escuelas filosóficas investigaron el sentido de la vida y la felicidad. 

Para los cínicos la verdadera felicidad no depende de cosas externas tales como el lujo, el poder político o la buena salud. La verdadera felicidad no consiste en depender de esas cosas tan fortuitas y vulnerables, y precisamente porque no depende de esas cosas puede ser lograda por todo el mundo.

Los cínicos opinaban que el ser humano no tenía que preocuparse por su salud. Ni siquiera el sufrimiento y la muerte debían dar lugar a la preocupación.De la misma manera tampoco debían preocuparse por el sufrimiento de los demás.  

Los estoicos opinaban que todos los seres humanos formaban parte de la misma razón universal o “logos”. Pensaban que cada ser humano es como un mundo en miniatura, un “microcosmos”, que a su vez es el reflejo del “macrocosmos”. Esto condujo a la idea de que existe un derecho universal, el llamado “derecho natural” Debido a que el derecho natural se basa en la eterna razón del ser humano y del universo, no cambia según el lugar o el tiempo.

Tanto los cínicos como los estoicos opinaban que, para encontrar el sentido a la vida y la felicidad, el ser humano debería de liberarse de todo lujo material y acercarse a su vida interna o espiritual.    

Para los epicuros la meta de la vida debería ser conseguir el placer sensual, “el mayor bien es el deseo” “el mayor mal es el dolor”. De esta manera desarrollar un arte de vivir que consiste en evitar toda clase de dolor.

El placer no tenía que ser necesariamente un placer sensual. Es el placer de pertenecer a esa categoría de valores tales como la amistad y la contemplación del arte. Condiciones previas para poder disfrutar de la vida eran los viejos ideales griegos tales como el autodominio, la moderación y el sosiego, pues hay que frenar el deseo. De esta manera también la calma nos ayudara a soportar el dolor.

En el neoplatonismo el mundo está en tensión entre dos polos en un extremo la luz divina que algunas veces le llaman “uno” y otras veces “Dios”. En el otro extremo esta la oscuridad total, a donde nada llega nada de la luz del uno. El punto clave es que esta oscuridad no tiene existencia alguna. Se trata de una ausencia de luz. Lo único que existe es Dios o el uno. Y de la misma manera que una fuente de luz se va perdiendo gradualmente en la oscuridad, existe algún sitio en donde ya no llegan los rayos de la luz divina.

En el misticismo la idea de lo que habitualmente llamamos “yo “no es nuestro verdadero yo. Durante brevísimos momentos podemos llegar a sentirnos fundidos con un yo mayor, por algunos místicos llamado “Dios” por otros “alma universal”. En el momento de la fusión, el místico tiene la sensación de “perderse a si mismo” de desaparecer en dios o desaparecer en Dios de la forma que una gota de agua se pierde en sí misma.

 A través de las diferentes escuelas filosóficas podemos llegar a la conclusión de que el sentido de la vida y la felicidad, se basa en diferentes etapas las cuales vamos recorriendo a lo largo del tiempo, y todas son importantes para encontrar sentido a la vida y felicidad es encontrando nuestro yo interior, el cual lo vamos encontrando con el paso del tiempo y de las estepas que vamos recorriendo, así encontraremos sentido a la vida y felicidad.

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