Elogio A La Dificultad

REFLEXION SOBRE ELOGIO DE LA DIFICULTAD

Es interesante, acertada e irreverente la forma en que Estanislao Zuleta relata sobre la generalidad de los anhelos del ser humano y desde que ángulos se idealizan las situaciones en la vida.

El hombre a través de su cultura y su imaginación ha creado mundos de abundancia y solución eterna, que –según el contexto y la filosofía que profese- tienen rutas específicas para su adecuado y merecido acceso. La felicidad se conceptúa como el hecho de estar libre de problemas, dificultades, y sucesos que obstaculizan el transcurrir por la vida, es decir, cualquier situación que implique más trabajo o más dedicación de lo usual, es anormal, e incluso se podría decir, que es un “castigo”.

En contraposición con lo anterior, considero que “Elogio de la Dificultad” es un homenaje a la experiencia, a la lucha, al esfuerzo y sobre todo a la libertad que se asume voluntaria y responsablemente para alcanzar un objetivo, que si bien, puede empezar como un sueño, se debe trabajar con compromiso sincero para cumplirlo, pues así como la fe, los sueños nos impulsan a vivir mejor, y ello está bien, lo malo es pretender que la realidad se muestre convenientemente a nuestro favor solo con golpes de pecho y buenos propósitos.

Es necesario comprender que el mínimo esfuerzo implica mediocridad, pasividad, ser víctima, castrar posibilidades, y lo peor es que también implica no saber enfrentar la vida, tanto en sus ángulos positivos, como en los negativos, dejando que otras personas decidan por uno o que las situaciones problemáticas se salgan de control y conlleven escenarios peores. En cambio, cuando se vive responsablemente, con carácter, con poder decisión y de acción, cuando se cuestiona y se investiga, se generan posibilidades, se muestran otros panoramas, surgen otras verdades, y lo mejor es que nos apropiamos de herramientas útiles y funcionales para lo que falta por vivir, pues el hecho de que se logre una situación de tranquilidad, solo depende del tiempo que siempre está para alterarla, dejando entonces que seamos los seres humanos, con nuestra habilidad y capacidad de raciocinio, los autores de nuevos interrogantes y nuevas respuestas con resultados satisfactorios o insatisfactorios, pero que nos hacen permanecer en escena, activos y alerta.

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