Fenimismo Erradicación de determinadas palabras de nuestro vocabulario

FEMINISMO

1. Origen. Qué es?
2. Relación con el capitalismo
3. Sexo y género: diferenciación
4. Estereotipos de hombre y mujer
5. El impacto de las determinaciones sociales en la salud
6. Lugar del hombre en el movimiento
7. Erradicación de determinadas palabras de nuestro vocabulario
8. Masturbación como punto de partida de la sexualidad
9. Heterosexualidad obligatoria
10. Luchas

Fundamento: El género como construcción cultural es flexible y cambia a la par que lo hace la sociedad. Debido a que las masculinidades y feminidades devienen de procesos históricos, y por ello son susceptibles al cambio y la fluctuación, éstas pueden ser reconstruidas por otros procesos de género e interacciones sociales. “La identidad está en perpetua negociación”.

3. Es cotidiano escuchar expresiones relacionadas con lo que es “natural” en un hombre o en una mujer. Sin embargo, debe destacarse que lo que se piensa como Naturaleza, es en realidad una gran construcción realizada por las sociedades humanas. Esta naturaleza que lo denominamos como femenino y masculino, son construcciones relacionales, ya que no podemos definir a uno, sin la definición del otro.

El primer punto importante a distinguir supone la existencia de dos términos que remiten a significados diferentes. Esto son, sexo y género.

El término “sexo” hace referencia a las características anatómicas y fisiológicas correspondiente a varones y mujeres. Es lo que viene a ser determinado biológicamente. El “género”, en cambio,  señala los condicionamientos sociales y culturales, históricamente forjados. Es la construcción histórica que la cultura hace sobre los sexos, al indicar las funciones, las actividades y las expectativas de comportamiento relacionadas con cada uno de ellos.

Dicho esto, se deduce que el “sexo” tampoco remite exclusivamente al orden biológico, sino que es también una creación sociocultural, construida con el lenguaje. Es, a fines prácticos, cuando se hace necesaria la distinción (entre sexo y género). Aquí “género” adquiere una dimensión política y conceptual necesaria para contrarrestar las creencias conservadoras de que la manera de pensar y actuar viene determinada biológicamente, y explica cómo la construcción social de nuestra cultura ha transformado las diferencias entre los sexos en desigualdades sociales, económicas y políticas.

4. Los estereotipos homogenizan y restringen las singularidades: La construcción sobre los géneros desembocó en la creación de estereotipos, tratando a hombres y mujeres como portadores de caracteres polarizados. El hombre, fuerte, autosuficiente, protector, jefe de familia. La mujer, frágil, dependiente, delicada, ama de casa. De este modo se conceptualizan modelos, normas de cómo debe ser el “hombre de verdad” y la “mujer de verdad”. Quien que no encaje en estos modelos no es normal ni verdaderx, y muchas veces es rechazadx.

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