Filosofos
ali11perez31 de Marzo de 2014
10.694 Palabras (43 Páginas)225 Visitas
Pierre Abélard o Pierre Abailard, Petrus Abelardus en latín, Pedro Abelardo en español o simplemente Abelardo (Le Pallet, cerca de Nantes, Bretaña, 1079 – Châlons, 21 de abril de 1142), fue un filósofo francés. Es reconocido por la crítica moderna como uno de los grandes genios de la historia de la lógica, de la que hacía uso a través de los géneros y técnicas de la diatriba dialéctica y un dominio silogístico profundo. Abelardo es también recordado, siglos después, en pleno Romanticismo, por la su relación amorosa mantenida con Eloísa. A la vez autor de numerosos poemas, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y al debate. Al parecer Abelardo, conocido en el Medioevo como Golia ('demoníaco'), estuvo particularmente orgulloso de este sobrenombre, firmando con él algunas de sus cartas.
Biografía
Gran parte de su vida es conocida gracias a su autobiografía, Historia de mis calamidades un escrito a modo de consolatoria como si lo escribiese a un amigo desafortunado. Aunque en ella se da una visión victimista por parte de su autor, nos sirve para hacernos una idea de la interesante y polémica vida de este peculiar genio.
Primeros estudios e inicio de la docencia
Nació en la villa fortificada de Le Pallet (Bretaña, cerca de Nantes) en 1079. Su padre Berenger era hombre rico y le dio una educación esmerada. Abelardo se apasionó desde sus primeros años por el estudio; renunció a la carrera militar y estudió lógica y dialéctica. Imbuido por un espíritu combativo se dedicó a viajar por diversas provincias para disputar dialécticamente con aquellos que practicaban ese arte. Aunque no se menciona en la Historia Calamitatum, estudió Artes en Loches (al sur de Tours) entre los años 1095 y 1097, con Roscelino, considerado el padre del nominalismo. Aunque lo acusó de triteísta, éste le influyó de forma marcada en su juventud.
A los veinte años Abelardo se trasladó a París, cuya escuela episcopal era, a la sazón, la más famosa y la más concurrida; su jefe o cabeza era el archidiácono Guillermo de Champeaux. Teniendo a Guillermo como profesor estudió en París primeramente retórica, gramática y dialéctica, las disciplinas del trivium preparatorio de la formación de la época durante los años 1098 y 1100; posteriormente estudió aritmética, geometría, astronomía y música, que componían el quadrivium de estudios más avanzados en el año 1108, también con Guillermo, con lo que obtuvo el título de Magister in artibus.
Abelardo se inicia hacia 1112 en la docencia en Melun, Corbeil, y más tarde en la colina de Sainte-Geneviève, cerca de París (ciudad donde Guillermo enseña y donde fundará la escuela en la ermita de Saint-Victor. Ridiculiza a Guillermo en público por su realismo ingenuo, robándole así a sus alumnos. (Guillermo abandonaría la enseñanza para refugiarse en Saint-Victor.) Entre 1112 y 1113 se traslada a Laon, ciudad situada al noreste de París. Al igual que hizo con Guillermo, ridiculiza y rebate a su profesor de teología, Anselmo de Laon, ganándose su enemistad. En su autobiografía, como en el caso anterior, culpa a la envidia, los celos, etc. de sus problemas con éste. En el 1114 regresa a París y triunfa en la escuela catedralicia de Notre-Dame como maestro laico. Motivo que puso nervioso a más de uno, por lo que se aprovecharía su relación con Eloísa para echarlo. Su escuela fue tan famosa, que, según dice Guizot, se educaron en ella un papa (Celestino II), diecinueve cardenales, más de cincuenta obispos y arzobispos franceses, ingleses y alemanes, y un número mucho mayor de controversistas, entre ellos Arnaldo de Brescia.
Anaxágoras
(en griego Αναξαγόρας) (500 - 428 a. C.) fue un filósofo presocrático que introdujo la noción de nous (νοῦς, mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción física.
Nació en Clazomene (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.), debido a la destrucción y reubicación de Clazomene tras el fracaso de la revuelta jónica contra el dominio de Persia. Fue el primer pensador extranjero en establecerse en Atenas.
Entre sus alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de Abdera, Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que también Demócrito y Sócrates. Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes, Parménides, Zenón y Empédocles, Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos treinta años cuando se exilió tras ser acusado de impiedad al sugerir que el Sol era una masa de hierro candente y que la Luna era una roca que reflejaba la luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció en Lámpsaco (una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado (Aristóteles, Rhet. 1398 b 16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores suyos (Eusebio de Cesarea, Praeparatio Ev., 10, 14).
Biografía
(Clazómenas, actual Turquía, 500 a.C. - Lámpsaco, id., 428 a.C.) Filósofo, geómetra y astrónomo griego. Probable discípulo de Anaxímenes, Anaxágoras perteneció a la denominada escuela jónica y abrió la primera escuela de filosofía en Atenas.
Fueron discípulos suyos Pericles, Tucídides, Eurípides, Demócrito, Empédocles y, aunque no se sabe a ciencia cierta, Sócrates. Padeció la expulsión de Atenas bajo la acusación de ateísmo; según los testimonios de la época, el motivo real fue su afinidad con Pericles, quien se hallaba en oposición a Tucídides. Anaxágoras acepta la teoría de la inmutabilidad del ser, siguiendo en esto el pensamiento de Empédocles.
Pero se esfuerza por conciliar las dos tendencias: la de la inmovilidad del ser y la del eterno devenir. Si Empédocles explicó la constitución de los seres desde el punto de vista cuantitativo (a base de los cuatro elementos), Anaxágoras lo hará apelando al aspecto cualitativo. No son cuatro las partículas constitutivas, sino infinitas. Se trata de que en cada cosa existen muchos gérmenes (spérmata) cualitativamente diferentes. Anaxágoras se pregunta cómo podría surgir el pelo del no-pelo, por ejemplo. Llega a la conclusión de que para que algo surja ha de estar antes presente en aquello de lo cual procede. Es decir: llega así al principio Todo está en todo. Tenemos aquí una doctrina precursora de la teoría de los átomos. Anáxagoras situó el principio de todas las cosas (arché) en el nous (entendimiento), encargado de imprimir orden al caos original, y en su tratado Sobre la naturaleza, del que apenas nos han llegado algunos fragmentos, afirmó la divisibilidad indefinida del espacio y del tiempo.
San Anselmo de Canterbury
O.S.B. (Aosta, 1033 - Canterbury, 1109). Se le conoce también como Anselmo de Aosta, por el lugar donde nació, o Anselmo de Bec, si se atiende a la población donde estaba enclavado el monasterio del cual llegó a ser prior. Fue un monje benedictino que fungió como arzobispo de Canterbury durante el periodo 1093-1109. Destacó como teólogo y filósofo escolástico. Doctor de la Iglesia. Como teólogo, fue un gran defensor de la Inmaculada Concepción de María y como filósofo se le recuerda, además de por su célebre argumento ontológico, por ser padre de la escolástica. Fue canonizado en 1494 y proclamado Doctor de la Iglesia en 1720. Su vida nos es conocida, al menos en parte, gracias al trabajo de Eadmero, un discípulo directo de Anselmo. Aunque este texto es un claro ejemplo de la hagiografía de su tiempo y, por ello, salpicada de las exageraciones e interpretaciones propias de la época que tenían como finalidad exaltar a un candidato a la santidad, nos presenta un retrato aproximado de lo que fue el itinerario del santo.
Nace bajo el nombre de Anselmo de Candia y Ginebra, en Aosta ciudad de la Longobardia en 1033, heredero de un linaje noble del Piamonte de Casa de Candia. Era hijo de Gondulfo de Candia, vizconde de La Bresse y Bugay, y la princesa Ermenberga de Ginebra, pariente de Otto I de Saboya. Como en muchas de las biografías de los santos de aquella época, se nos presenta una antítesis entre los caracteres de ambos progenitores: Un padre pródigo y disipado y una madre profundamente religiosa. Aun siendo esto verdad, no representaría un caso excepcional, considerando el comportamiento común en el medievo de hombres y mujeres. Con todo, se puede asegurar que la primera infancia de Anselmo transcurriría en completa normalidad. El hecho de que desde muy pequeño mostrara inquietudes religiosas se debería en gran parte al trato continuo con su madre, quien le habría acercado a sus valores y prácticas religiosas. Por otro lado, no era raro que hijos de nobles vieran la vida monástica como una vía solicitada para perpetuar el renombre de la familia. Lo cierto es que Anselmo deseaba el ingreso al monacato benedictino desde los quince años, época en la que se le describe como piadoso y estudioso. A esta idílica etapa de su vida sucede una juventud disipada que lo conduce a un conflicto con su padre, lo cual provoca el abandono de su hogar.
Después de algunos estudios preliminares sobre retórica y latín realizados en las ciudades de Borgoña, Avranches y finalmente en Bec, la fama de Lanfranco lo atrae a la Orden Benedictina, aunque al principio, según confesión propia, se sintiera indeciso ante el renombre de este monje al que Anselmo consideraba como un obstáculo en el desarrollo de sus propias posibilidades para hacerse de una carrera eclesiástica. Corría el año 1060 cuando, una vez aclaradas sus motivaciones, ingresa al monasterio. Pese a sus temores iniciales, la carrera de Anselmo ganó fama
...