Filosofía Moderna

La filosofía moderna abarca los comienzos del Renacimiento y la reforma protestante hasta los últimos años del siglo XX. Después de quince siglos de filosofar acerca de cuestiones teológicas, surge un espíritu de reacción de protesta en contra de la postura tradicional que había adoptado la filosofía.

Al contrario de la filosofía antigua que tomaba la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica; y la filosofía medieval que tomaba a Dios como referencia. Esta filosofía (moderna) se acentuó en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harían del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos los acontecimientos que tuvieron lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirían las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados.

Debemos advertir que se llama filosofía moderna no a lo que comienza con la historia moderna (que tiene su punto de partida en la toma de Constantinopla por los turcos), sino que se considera filosofía moderna a lo que comienza con Descartes. Lo característico de la filosofía moderna (desde Descartes hasta Husserl) es que cambiaron el punto de partida de la filosofía y en vez de ser el punto de partida la consideración del mundo comenzaron por la consideración del conocimiento del mundo, que no es lo mismo.

En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia en la Filosofía moderna, provocaron el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impusieron nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica.

La edad moderna estuvo llena de aportes sobre física, astronomía, la importancia de la observación, la experimentación y la comprobación matemática en la demostración científica.

Es característico de la filosofía moderna una preocupación fundamental por el tema del conocimiento (origen, límites, validez, posibilidad o imposibilidad del conocimiento metafísico, de dios y el alma, por ejemplo). Con esto no queremos decir que sea el tema del conocimiento la única inquietud de todos los autores; la ética y la política constituyeron también una parte importante de las tesis de casi todos los autores de esta época.

Un aspecto fundamental de esta filosofía es que ya no se basa en la metafísica como tal el realismo e idealismo, sino que se basa en la epistemología, es decir, en el conocimiento científico, y así tendrá prioridad sobre la metafísica a causa de que el conocimiento no será como en la escolástica, siendo la esencia y la existencia la realidad del objeto. Sino el sujeto

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