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Frases Emile Cioran


Enviado por   •  17 de Febrero de 2012  •  529 Palabras (3 Páginas)  •  823 Visitas

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Nada seca tanto la inteligencia como la repugnancia a concebir ideas oscuras.

Para quien haya respirado la Muerte, ¡qué desolación el olor del Verbo!

Más que un error de fondo, la vida es una "falta de gusto" que ni la muerte, ni siquiera la poesía, logran corregir.

La filosofía sirve de antídoto contra la tristeza. Y hay quienes creen aún en la profundidad de la filosofía.

Aunque pudiera luchar contra un ataque de depresión, ¿en nombre de qué vitalidad me ensañaría con una obsesión que me pertenece, que me precede?. Encontrándome bien, escojo el camino que me place; una vez "tocado", ya no soy yo quien decide: es mi mal. Para los obsesos no existe opción alguna: su obsesión ha elegido ya por ellos. Uno se escoge cuando dispone de virtualidades indiferentes; pero la nitidez de un mal es superior a la diversidad de caminos a elegir. Preguntarse si se es libre o no: bagatela a los ojos de un espíritu a quien arrastran las calorías de sus delirios. Para él, enzalzar la llibertad es dar pruebas de una salud indecente.

¿La libertad?. Sofisma de la gente sana.

Si apenas he obtenido ideas de la tristeza, es porque la he amado demasiado para empobrecerla ejercitándome en ella

Somos todos unos farsantes. sobrevivimos a nuestros problemas.

Sufrimos: el mundo exterior comienza a existir...; sufrimos demasiado: desaparece. El dolor lo suscita únicamente para desenmascarar su irrealidad.

Cuanto más difuso sea el objeto de una pasión, mejor ella nos destruye; la mía fue el Hastío: sucumbí a su imprecisión.

La fe, la política o la violencia reducen la desesperación; por el contrario, todo deja intacta a la melancolía: ella sólo podría cesar con nuestra sangre.

En un mundo sin melancolía los ruiseñores se pondrían a eructar.

Gracias a la melancolía -ese alpinismo de los perezosos-, escalamos desde nuestro lecho todas las cumbres y soñamos en lo alto de todos los precipicios.

Si alguna vez has estado triste sin motivo, es que lo has estado toda tu vida sin saberlo.

La tristeza: un apetito que ninguna desgracia satisface.

Oriente se interesó por las flores y el renunciamiento. Nosotros le oponemos las máquinas y el esfuerzo, y esta melancolía galopante -último sobresalto de Occidente.

Vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera: sin la idea del suicidio, hace tiempo

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