Jurgen Habermnas

Dificultad “cerca-lejos”: el parámetro de la distancia representa una de las manifestaciones de la poca evolución de esta capacidad humana. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta distancia entre el consumidor de energía y el productor. El consumidor de energía no tiene que procurársela y, así, no la valora en la suficiente medida. Tampoco valora el trabajo invertido por el niño peruano en la mina de Madre de Dios y que con máxima probabilidad acabará en uno de los 71 cementerios clandestinos de la zona, único medio de conseguir, vía la minimización de la altura de los túneles, los precios competitivos para cumplir la directiva europea en cuanto a emisiones contaminantes: somos consumidores ecologistas “cerca”, mientras nos comportamos indignamente con los que nos procuras la energía “lejos”.

Dificultad “mío-tuyo”: el amante de la dialéctica mío-tuyo siempre toma a los demás como un medio para sus propios y únicos fines. El mercado de la energía dice “mío” cuando se trata del control de las fuentes y de las redes de distribución de la energía, pero dice “tuyo” cuando se trata de responsabilizarse del consumo austero o de la reducción de emisiones.

Dificultad “arriba-abajo”: el parámetro del plano de relación es también una dificultad para los valores. Los individuos y/o naciones de “arriba” se comportan entre sí como bellas almas, pero a los de “abajo” les tratan con duro corazón. La desigualdad en la disponibilidad energética es una muestra de ello. Un español consume decenas de veces más energía que un tanzano. Las ayudas y subvenciones a las que yo, español, puedo acceder para incrementar mi eficiencia energética i para acceder al uso de energías renovables, no sólo son inimaginables para el tanzano, sino que si él además tiene la desdicha de haber nacido en zona rural, las directrices del Banco Mundial recomendarán que se le niegue cualquier subvención para llevarle el servicio eléctrico. Eso sí, se le propondrán infinitas fórmulas crediticias (microcréditos, créditos rotatorios, etc.) para pagar al completo las infraestructuras que el español no tuvo nunca que desembolsar.

Dificultad “pronto-tarde”: la falta de maduración moral se manifiesta también en que el ser humano estima urgente la satisfacción no sólo de lo razonable, sino incluso de los propios caprichos, pero ponemos en la lista de espera las urgencias más perentorias de los pobres. La Cooperación Española nos acaba de financiar dos centrales de 10 kWp para suministrar electricidad y agua potable de dos poblaciones del sur de Marruecos, cada una de 600 habitantes aproximadamente. Es común que cualquier norteño del mundo disponga de un coche de unos 100 CV. Eso significa que sólo una persona, al cerrar la puerta de su vehículo para llevar a la familia al campo, tiene a su disposición más de 7

...