LA VERDAD

La verdad resulta ser la relación que existe entre lo que se manifiesta con los hechos o cosas reales, visto desde un punto de vista correcto, es decir, la acción que conlleva a tratar lo que es correcto, sin embargo debemos hacer hincapié, que el hecho de decir la verdad, es a todas luces lo correcto desde una perspectiva meramente valorativa, lo cual no implica que sea bueno o malo, que produzca consecuencias positivas, siendo claro que también pueden ser consecuencias negativas.

La mentira, que es lo contario a la verdad, en ocasiones resulta ser útil en las praxis social de toda persona que vive en sociedad, pudiendo a través de la mentira obtener beneficios de diversas índoles, por ende, las prácticas sociales recurren u orillan a las personas, a decir mentiras, por ejemplo cuando de ello dependa su estabilidad laboral, económica, su propia libertad o incluso su vida, recurrir a decir la verdad no resulta ser la mejor decisión, tendiendo en dichas ocasiones a tener que recurrir a la mentira para obtener dichas ganancias, soluciones, comodidades, etc. De no ser así se pone en peligro aquello que se busca proteger con la utilización la mentira.

Dicho lo anterior, resulta evidente, que la verdad, pese a ser lo correcto axiológicamente hablando, puede ser correcta dicha manifestación solo en un plano teórico de valores, pues desde una perspectiva realista, debe ser sometida dependiendo de la finalidad que se persiga.

Ahora bien, la verdad, se encuentra estrechamente relacionada con el valor desde mi punto de vista, mas no de la lógica, puesto que como he dicho anteriormente, puede ser perjudicial a los intereses buscados o anhelados por el sujeto que manifestó la acción acorde o no con los hechos que se sucintan con la realidad, cabe aclarar que la verdad se encuentra inmersa en el valor de la honestidad, por lo que se puede decir que una persona es valiosa por decir la verdad, aunque reitero no siempre sea la mejor acción, manifestación o decisión en su caso.

Otra variante a dilucidar es la verdad interna con la externa, diferenciada una de otra en el hecho de a quién va dirigida, por su lado la verdad interna, la concibo como aquella que uno mismo se tiene o debe tenerse, mientras que la verdad externa resulta más como aquella manifestación dirigida a las demás personas que tienen conocimiento de lo manifestado.

En conclusión, concibo a la verdad como aquella acción o manifestación dirigida a uno mismo o a más personas, que tienen alguna relación con la realidad, vista ésta como lo correcto desde una perspectiva puramente axiológica.

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