LA VIOLENCIA Y EL SACRIFICIO

PROTOCOLO 3 – LA VIOLENCIA Y EL SACRIFICIO (RENÉ GIRARD)

La violencia tiene sus orígenes en los principios de la humanidad, el deseo humano de agredir a sus semejantes es tan innato que es más fácil agredir que contener el deseo.

La violencia genera placer en quien la desarrolla, como no siempre es factible agredir al sujeto mismo que se desea violentar, la humanidad ha encontrado la forma de consumar la violencia en seres más vulnerables o que simplemente simbolicen el objeto del deseo, como es el caso de los animales a quienes les hemos dados rasgos humanos que nos han servido para proyectar en ellos la violencia no consumada en los demás, saciando o engañando así nuestros deseos más profundos de violencia.

La violencia desde la perspectiva del sacrificio es relativa, aunque en nuestra mentalidad moderna el hecho ofrecer el sacrificio de un animal a los dioses con el objetivo de agradarles o apaciguarlos carece de toda lógica, creo que mantenemos la concepción del sacrificio desde un angulo menos violento, pero que guarda en proporción el mismo objetivo, algunos ejemplos de sacrificios actuales que aún se mantienen son el ayuno, la visita a un santo o la renuncia a un placer o vicio, estos son realizados por la humanidad en todo el mundo y tienen entre otros el objetivo de recibir un favor de su Dios o evitar el castigo de una mala obra.

La violencia contra los animales tiene aún vigencia en nuestros días, concluyo de manera personal con la lectura que el sacrificio de animales en los inicios del mundo como ofrenda a los dioses, se repite como ofrenda de alago a los grandes faraones como es el caso de la antigua roma y los espectáculos bizarros del coliseo romano y se remonta a hoy con las corridas de toros que en medio del gran espectáculo, se ofrecen para satisfacción de un público que en mi opinión busca satisfacer sus necesidades de violencia y morbo mediante el sacrificio de un animal en una plaza pública que al ovacionar de manera multitudinaria el acto,

Mitiga la culpa individual.

La humanidad ha satanizado la proyección de la violencia y la sustitución en los mismos humanos, permitiendo así aun en muchas culturas la violencia contra los animales, situación que a mi parecer se escuda aun en la religión que nos sobrepone a los animales como seres superiores de la creación, considerando así que los humanos somos inadecuados para el sacrificio mientras que los animales son casi idóneos.

Las victimas de sacrificio según la lectura tienen algunos patrones que las hace elegibles, entre ellos, para mí el más destacable es que la víctima no tiene quien cobre venganza por su muerte, dentro de cada ritual podemos interpretar el deseo de violencia hacia el prójimo que al no poder ser saciado en la persona misma, se proyecta y lleva a cabo sobre una víctima

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