LIBERTAD Y LIBRE ALBEDRÍO

LIBERTAD Y LIBRE ALBEDRÍO

“La libertad es el derecho hereditario del género humano, y el libre albedrío la más elevada de las características divinas”.

Para comprender estos conceptos debemos relacionar cada uno de ellos en base al hombre y su naturaleza. Ambas son consideradas líneas de fuerza que representan a su vez dos niveles de voluntad “divina”.

La libertad es la posibilidad y el estímulo para llevar a cabo una acción, es decir, es la facultad o derecho de la persona para elegir de manera responsable su propia forma de actuar. En cambio, el libre albedrío responde a ese estímulo por la necesidad de integración, es decir, la potestad que el hombre tiene de actuar según considere y elija.

Dando una vista tanto religiosa la libertad es la confianza que adquirimos de Dios en los actos humanos. Esta es conferida desde el momento que tenemos la vida, pues se nos da con tal naturaleza de portarla y mantenerla a nuestra propia manera. Así mismo la libertad se refiere también a la facultad que tenemos como seres humanos para actuar según nuestra voluntad. Por lo que nos referimos a está como una condición en que se encuentra un individuo que no esta en condiciones de represión o cautiverio.

El libre albedrío es la capacidad que poseemos como seres intelectuales y morales con conciencia para usar la libertad de manera racional y ética la libertad. En otras palabras, el libre albedrío es la libertad tanto para hacer el bien como para hacer el mal.

Ante estos principios también se relacionan implicaciones éticas y morales pues son cualidades del hombre que se encargan de trazar el destino que imparte la vida de cada individuo.

Como son propias del ser humano poseen valores que van de la mano con las decisiones que tomamos en base del razonamiento de cada uno, y al tener un razonamiento también se emplea la moral que a su vez dan pauta a la ética, es decir los actos humanos. “El Libre Albedrío es como el tejido de la vida, la Libertad es el ámbito, en el cual hacemos ese tejido”.

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