La Alienacion Mental Foucault

En éste texto, lo que busca el autor es el origen de la alienación mental, que es la transformación del hombre en “otro” distinto, y una fuerza venida de no se sabe dónde actúa en lugar de él. Quien padecía una alienación era considerado enfermo o loco.

En la Edad Media, el pensamiento cristiano explica estas alienaciones como posesiones. El demonio encarnaba en el hombre, y estaba aprisionado entre lo divino y lo satánico. El cuerpo era poseído pero el alma era libre, y para devolver al alma a su estado de pureza se quemaba el cuerpo.

Después del Renacimiento la posesión adquiere un nuevo sentido en el pensamiento cristiano, es la posesión del espíritu por el espíritu, y aparece la abolición de la libertad para aquellos poseídos. No se trata de destruir el cuerpo, ya que la posesión consistía en la unión del alma con el diablo, el espíritu era insano.

El cristianismo despoja la enfermedad mental de su sentido humano, la posesión arranca al hombre de la humanidad para liberarlo a lo demoniaco, pero lo mantiene en el mundo cristiano.

En el siglo XVIII la locura aparece como la desaparición de las facultades más altas del hombre. Las alucinaciones y los delirios son los efectos naturales de la incapacidad de reconocer lo verdadero. El insano ahora es un desposeído, y desde entonces la locura formaba parte de las debilidades humanas. Se excluye al enfermo de la sociedad, y se abandona la concepción demoníaca de la posesión.

En el siglo XIX el enfermo era quién había perdido sus libertades, conferidas por la revolución burguesa. Los hombres estaban “alienados” cuando se los sustituía como sujetos de derechos. Otros gozaban de sus bienes y usaban sus privilegios en su lugar. El código Penal, para evitar estas alienaciones contempló la posibilidad de la Interdicción, es decir que sus derechos se transmitían a sus familiares. Se privó al enfermo del ejercicio de los derechos, y se hizo de él un “enajenado”. Hasta 1838 se internaba a los enfermos, pero en el caso de los alienados, para salvar a sus familias de ellos, se creó una “internación voluntaria”, dependiente de la voluntad de la familia.

Foucault dice la alienación es un hecho patológico, y que hay fenómenos patológicos cuyo origen se podría asignar a la situación de alienación en la que se encuentra un enfermo mental (como las reacciones de indiferencia, la anulación de los demás).

El enfermo es excluido por la sociedad y marcado por los tabúes de la misma, ya que esta no se reconoce en la enfermedad.

Foucault dice que la enfermedad se sitúa en la evolución como una perturbación en su curso: hace aparecer conductas infantiles o formas primitivas de la personalidad. Es necesario que la irreductibilidad de estas perturbaciones se trate con un “umbral” entre el presente y el pasado, que no se atraviese, integrando este último sólo

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