La Comedia

Comedia: Del griego Komos, festín y ode, canto del que se traduce como: canto del festín. Aristóteles dice que; “la comedia surgió de los cantos fálicos que eran himnos lascivos entre los griegos de los últimos tiempos de la antigüedad y entre los romanos. Tenía por compañero a sátiros, que era un personaje mitad hombre, mitad animal, con cuernos, cola y pezuñas de cabra (macho cabrío). En el culto de Dionisio, los sátiros se vestían con pieles de los cabros que habían sido sacrificados al dios.

Estas obras se originaron en las ceremonias festivas que los griegos practicaban en honor a este dios. Se dirige en general como una crítica a las costumbres y al contrario de la tragedia, utiliza como elemento las características bajas o ridículas de los personajes. Que no son ni príncipes ni semidioses, los personajes representan al pueblo o a la clase baja.

Éstas tenían como tema principal asuntos de la vida cotidiana y lo desarrollaban de modo bufo.

En cambio las Comedias satíricas (que también correspondían a la misma época) criticaban humorísticamente tales leyendas, es decir, a los héroes e incurrían en una mímica obscena iniciada por un coro de sátiros.

Las tres eran representadas en ceremonias de carácter religioso y cívico. Todas estaban escritas en versos y utilizaban máscaras. Es decir, que todas ellas surgen de las mascaradas originadas en la antigua Grecia que estaban representadas por sendas máscaras, una sonriente, muestra de la alegría y otra triste, con rictus de amargura.

La tragedia griega estaba enraizada en los ritos ceremoniales ante las tumbas de héroes y semidioses culturales, pero queda el hecho de que la tragedia, las comedias y las comedias satíricas se produjeron como parte de las ceremonias anuales regulares que se celebran en honor de Dionisio, cuya especie era llevada en la procesión preliminar y cuyo altar se erigía en el centro del proscenio.

La comedia ve la vida como un episodio real donde el espectador se ríe de las situaciones de los personajes, que a pesar de ser embarazosas suelen estallar la risa en el público.

Por cuanto estos personajes son más terrenales, el protagonista casi siempre recibía el castigo de los dioses o muchas veces burlaba al dios y se salía con las suyas.

Aristófanes, considerado el comediógrafo más importante de la época, introdujo personajes populares como criados y hasta esclavos, redujo la importancia del coro, humanizó a los héroes y a los propios dioses, incluyó escenas jocosas, se burló de las creencias religiosas y criticaba los vicios de los gobernantes, poco gratas para las autoridades oficiales que patrocinaban los espectáculos teatrales y si no correspondían a sus intereses, éstos eran castigados con la apatía, la censura y hasta los azotes por considerarse

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