La Franja Amarilla

Análisis La Franja Amarilla

Partiendo desde el análisis de la lectura en “La Franja Amarilla”, se puede comprender que en Colombia existen problemas que aun terminándose los conflictos con los grupos al margen de la ley, estos problemas continuarían, entre estos tenemos: Corrupción, mentira, Hurtos, y hasta lo que estamos viendo actualmente, los famosos “carruseles de la Contratación”, ahora se le suma el escándalo a la Salud. El gran abismo existente entre ricos y pobres, Sociedad clasista, y racista, Una clase dirigente en conspiración con los ricos: arrogantes, egoístas y opresores, Discriminación étnica y social, Estigmatización y Exclusión a la cual están sometidas algunas regiones por la clase dirigente nacional en su mayoría del interior del país.

El fondo de los problemas del país son una cuestión de voluntad, de decisión, de cambio de actitud y mentalidad. Los verdaderos problemas del país no son tan materiales: Desempleo, desplazamiento, violencia, terrorismo, delincuencia. Estos son el reflejo de lo que hay en el fondo, puesto que se trata de un problema eminentemente arraigado en la mentalidad de los individuos, lo cual ha causado daños sociales.

Nuestros verdaderos problemas están en la mentalidad, de allí que las reglas, las leyes, los condicionamientos no han podido cambiar el perverso proceder. Con las herramientas antes mencionadas se logrará tal vez, el sometimiento temporal del individuo, pero no su consentimiento y voluntad para confiar en que él hará el bien y por una Colombia en paz; puesto que el problema tiene su inicio en la mente, de donde se reproduce cada vez que tiene la oportunidad,

De manera potencial esta sociedad es tendiente a la perversidad. No es sino que se haga la ley, para prohibir o controlar algo, cuando ya se crea la trampa; es mas yo pienso que en Colombia, no se aprueban leyes hasta tanto, no se hayan ideado la forma de hacer la trampa a esa ley. Hemos desarrollado toda una industria de la farsa, la hipocresía y mentira, somos expertos en burlar la ley sin violarla, pero en escandalizarnos cuando lo hacen los demás y descubrir que los demás si la violan.

No importa si se hace en las comunas de Medellín o en Palacio de Nariño, no importa si lo hace el simple y sencillo policía que es cómplice de un negocio ilícito o si se hace en la Oficina de un Honorable Oficial de las fuerzas armadas, no importa si lo hace el delincuente con prestigio de político o el eminente Senador con apariencia de cordero pero con mentalidad de delincuente. El mal es "mal" y es dañino y de ningún modo inaceptable, Pues esconde la verdad y crea descaro y cinismo. La degeneración del conflicto y el aumento de los problemas en Colombia, deben abordarse en la forma mas profunda con un componente moral, y replantear muchos juicios de valores y la forma como se juzgan las cosas.

Sinceramente qué cuando se piensa que las cosas en Colombia van a cambiar, con un verdadero y profundo replanteamiento de los aspectos éticos y morales en la clase social y empresarial, y una tolerancia por parte de los grupos al margen de la ley, es claramente una forma de engañarnos a sí mismo. Ni aun con la legislación mas adecuada, se logrará que esto cambie, a menos que todos deseemos cambiar de mentalidad y actitud. Pero como queremos que los demás cambien sin nosotros haber cambiado, damos por sentado que operamos bien y estamos comportándonos bien. Bajo el disfraz, los buenos SOMOS MAS, nos escudamos, creyendo, que los malos son apenas los que matan, secuestran, extorsionan, los que roban en las calles, los que hacen terrorismo de fusil..., pero se olvidan de que con mil millones de pesos (que es cosa fácil que los hurtarlos, aquí en Colombia) tranquilamente se podría resocializar a gran cantidad de delincuentes, terroristas y ladrones de la calle.

Solo un replanteamiento de los valores y una

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