La Vida Es El Ideal Que Se Persigue

Para poder realizar el análisis de esta frase es importante iniciar con definir las palabras vida e ideal: Vida: “Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un ser vivo hasta su muerte”, con otras palabras la vida son todas las circunstancias, experiencias y costumbres que los seres humanos realizan en una periodo de tiempo. Ideal: “Que no es real, sino que está solo en la mente”; así mismo el ideal se conoce como un objetivo, ilusión o meta que las personas se trazan para su vida. Después de definir las anteriores palabras puedo deducir que los seres humanos en el transcurso de su vida poseen metas y objetivos que hacen que su existencia se convierta en algo significativo y valioso para estos; puesto que no viven la vida por vivirla sino que investigan la manera de sentirse satisfechos y escudriñan la forma de darle sentido a través de la indagación de ideales que la hagan satisfactoria. Por otra parte las personas se trazan ideales a través de la ilusión, el fin que persigue, la meta de todos sus quereres, el objetivo a través del cual dirige todos sus esfuerzos, sus energías y sus acciones; además el ideal que persigue la vida son todas las acciones importantes que valen la pena desarrollar y no se dan por vencidas hasta que lo adquiere. Así mismo el ideal es un pensamiento amplio que le da significado o valor a la vida, que posee un valor más alto que la vida, porque sin este la vida no tendría sentido; es como cuando una persona se traza muchos ideales en la vida por ejemplo: Ser un gran profesional, ser una madre ejemplar, ser un abogado notable, ser un medico con excelentes diagnósticos, ser un líder emprendedor, ser un docente excelente, ser un político reformador, entre otros. Los anteriores ideales son grandiosos porque todos efectúan a las personas, todos las enaltecen y sobre todo, todos son un servicio para el mundo. Por otra parte, desde el punto de vista de la pedagogía humana nos interesa un acercamiento al gozo de aprender en convivencia, donde el amor se entreteje con los procesos cognitivos para llegar al aprendizaje como un acto natural de la vida misma. La transformación que se requiere, se inicia con la persona misma; nos visualizamos como una totalidad, un todo infinito al pensar mediante la convivencia, el diálogo con la otra o el otro, quien es igual que “yo”. No en vano, los seres humanos nos transformamos. El aprendizaje es la propiedad emergente inherente a la organización de la vida, mientras que la vida, se visualiza como un devenir ininterrumpido de sucesiones en un desequilibrio permanente. La educación es una herramienta para aprehender la realidad desde un pensamiento holista, en función de que el todo siempre va a ser mayor a la suma de las partes. Por tanto, educarnos significa no fragmentar el conocimiento, la ciencia, ni a la sociedad y encontraren nosotros la totalidad del universo. La pedagogía se visualiza desde la vida misma de los seres humanos por lo que se considera como la promoción de aprendizajes y es precisamente el eje en la construcción de valores, desde la convivencia, fundamento de toda socialización humana, porque abre un espacio para el otro o la otra como es, y desde allí disfrutar su compañía, en la creación del mundo común que es la Sociedad”. La educación, como un acto de amor, se encuentra en concordancia con el paradigma emergente, que se separa de los postulados positivistas de ciencia y se define desde la totalidad, holismo y teoría cuántica. Por ello, nuestro principal interés en el campo educativo es precisamente la reflexión pedagógica desde la vida misma, para resolver los problemas de la sociedad patriarcal dentro de un paradigma emergente, todo para construir una escuela con una pedagogía que no promueve la discriminación de género.

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