La araña y el limonero

Nombre : Daniel  Fernando Mijares Ponce

Matricula: 18000670

Lugar De Residencia: Ciudad de México

La araña y el limonero

Había una vez un Limonero que vivía en la ciudad de México, el limonero era grande y frondoso. Todos los días el limonero era visitado por abejas, humanos y mariposas. Y todos ellos lo alababan porque el limonero daba flores deliciosas y limones muy jugosos. Pero no todo era felicidad para el limonero, unos gatitos vecinos de el siempre lo usaban de retrete y esto hacia que vinieran muchas moscas y sus larvas lo dañaban. También unos pulgones se querían comer sus nuevas ramitas y florecitas.

El Limonero le pidió ayuda a  las abejitas y las mariposas pero ellas le dijeron " no podemos ya que te ayudamos ya a tener limones, y no podemos descuidar nuestro trabajo". Los humanos solo se interesaban en sus limones y con los pulgones comiéndose las florecitas, ni las abejas ni las mariposas ya iban a verlo. Con el tiempo el limonero se puso triste y odiaba a los insectos porque solo lo venia  atacar y  si no les daba nada tampoco lo ayudaban.

El Limonero se retrajo y ataco por igual a todos los insectos, ya que sus disgusto con ellos era grande y dejo de dar flores. El estaba decepcionado y ya no quería hablar con ningún insecto.

Finalmente una noche llorando se acerco a él una pequeña araña, como ya era costumbre el limonero la trato de alejar. La araña con amabilidad le pregunto ¨porque estas triste¨, pero el limón se negaba a hablar. En eso un humano trato de matar a la araña y ella se fue esconder. El limonero rio de lo que le paso a la araña, y la araña enojada le dijo; " tú crees que es gracioso casi me mata ese humano". El limonero le dijo; "eso te mereces por ser un insecto solo buscan hacer daño". La araña muy enojada le respondió, ¨yo solo quería ayudarte pero veo que estas amargado y por eso ya nadie te viene a ver.¨

El limonero muy exaltado le conto como las moscas y los pulgones también solo lo vinieron a ver. La araña le dijo; ¨yo no tengo nada que tú me puedas dar, sin embargo te voy ayudar para que veas que no todas las personas son malas,  aun por su apariencia ¨.  La araña esa noche tejió una telaraña y empezó a atrapar a las moscas al día siguiente. El limonero se sorprendió pero dijo; ¨aun no confió, además que tú no puedes hacer nada contra esos pulgones¨. La araña le dijo tal vez yo no pueda pero tengo una amiga que si puede, déjame llamarle y ella nos va ayudar. Al siguiente día llego una Catarina y se empezó a comer a los pulgones.

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