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La evolución del alma


Enviado por   •  23 de Octubre de 2012  •  Ensayos  •  1.415 Palabras (6 Páginas)  •  370 Visitas

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A través del tiempo, siempre ha existido la problemática con respecto al devenir del “alma” y la inmortalidad de ésta. Diversos filósofos han elaborado teorías tanto a favor como en contra de este hecho, sin llegar aún a un conceso. Es por ello que a través de este ensayo se buscará analizar diversas teorías, las cuales nos ayudarán a responder una interrogante trascendental y fundamental dentro de la sociedad: ¿La creación del concepto del alma corresponde a una epistemología del ser humano para así no limitarse a ser un ente físico?

Para comenzar, se necesitará retroceder miles de años en el tiempo para así analizar, en primera instancia, lo estipulado por el filósofo griego Parménides de Elea. Parménides estableció dos vías par alcanzar el conocimiento: la vía de la verdad y la de la opinión. Dentro de la primera se mantiene que la verdad es la única vía posible para alcanzar el conocimiento, es decir, se debe utilizar la razón por sobre la apariencia, enunciando de esta manera un principio de identidad y no contradicción, definiendo el ser, y por consecuencia la inexistencia del no ser. Parménides a este ser le dio ciertas características irrefutables, las cuales lo condicionan y definen; es eterno, ya que si no lo fuera tendría un comienzo, estableciendo la existencia del no Ser, debe ser continuo o compacto para así inhabilitar la presencia de espacios vacíos, único, debido a que cada cosa es diferente porque precisamente no es lo que son las demás cosas, Inmóvil, ya que si existiese movimiento debe haber espacios vacíos, lo cual correspondería a una contradicción, limitado e indivisible. Estos postulados fueron posteriormente utilizados por el filósofo Platón, quien con la ayuda de su maestro Sócrates, los utiliza para la realización de sus teorías. Como primer punto, al igual que Parménides, Platón hace una división en la manera de apreciar el mundo, lo que conllevó al origen de los denominados “mundo aparente” y “mundo ideal”. El mundo aparente se podría definir como lo sensible y/o los sentidos, lo cual implica que sean fuente de error y prejuicios, ya que no pueden captar ideas. Entonces, esto significa que cuando nos dejamos llevar por el conocimiento sensible, irremediablemente caeremos en el error y la opinión. Posteriormente, se tiene al mundo ideal o lo inteligible, el cual envuelve a ideas o también definidas como “esencias” de los objetos de conocimiento, es decir, aquello que está comprendido en el concepto. Estas “esencias” subsisten independientemente de que sean o no pensadas, son distintas del pensamiento y por ello se utilizan nociones del ser parmenídeo, es decir, las ideas son únicas, eternas e inmutables, siendo solamente cognoscibles por la razón.

Retornando al tema del devenir del “alma” (definida por los griegos como “principio vital”), Platón, basándose en las características dadas por Parmínides al ser, no sólo se limita a afirmar la existencia del alma, sino que la dota también de otras características además de la de ser un “principio vital”, es decir, una suerte de potencia o capacidad que da la vida a los seres. Según Platón, el alma es inmortal, transmigra de un cuerpo a otro y es además, principio de conocimiento, la cual se encontraría encerrada en el cuerpo como en una “prisión”. Sin embargo, pensaba que descubrir cómo es el alma era una tarea divina y demasiado extensa. Así el hombre, lo único que podía aspirar es a hablar de semejanza. Posteriormente realiza una división tripartita del alma, postulando entonces la existencia de una racional (inmortal), una irascible y otra apetitiva (mortales).

A pesar de todos los conceptos ya estudiados, hay una teoría que en nuestra opinión es más relevante, o mejor dicho, más intrigante. Este postulado de Platón habla de la reminiscencia, es decir, que de acuerdo a las teorías anteriores, el ser con forma esférica (según Parménides), es eterno, es decir, siempre ha existido. Por lo que si siempre ha estado, cuando ocurre la muerte o el nacimiento de una persona, sería una contradicción decir que el alma se “crea”, por el contrario, esta siempre ha sido la misma, siendo el único agente de cambio el cuerpo o la “prisión”. Como es la misma, se podría inferir que la “experiencia” que esta posee es considerable, por lo que se plantea que cuando un ser aprende, lo que realmente ocurre es que esta

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