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Lo Bello Y Lo Feo


Enviado por   •  16 de Abril de 2014  •  1.498 Palabras (6 Páginas)  •  2.398 Visitas

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LO BELLO Y LO FEO: ¿OBJETIVO O SUBJETIVO?

Por María Isabel Morales Aragón

A lo largo de los años muchos filósofos han reflexionado acerca de la naturaleza de lo bello y lo feo, además de las posiciones fundamentales que se pueden tener con respecto a estas. En la antigüedad, los griegos asociaban lo bello con lo bueno y lo feo con lo malo, los filósofos los asociaban a través de la manifestación sensible de la idea (Hegel), la gracia en que las formas se expresan (Platón), o con la satisfacción de jugar con la libre imaginación sin estar en desacuerdo con las leyes del entendimiento (Kant). Según Muñoz (2006), en su ensayo Lo bello y lo feo en Nietzsche, incorpora el tema ético para comprender este problema:

Lo bello, lo bueno y lo verdadero, constituían la tríada de valores positivos. Esa unidad de lo bello con lo bueno más que un peso estético en la antigüedad tenía una connotación ética; se trataba de una belleza en las acciones buenas. Una acción buena tenía por tanto que ser bella, pero también, no se concebía que algo que fuera verdadero no fuera bello. Es la triple clasificación de lo deseable en Aristóteles, lo valioso, lo útil y lo agradable; es decir, los aspectos de la kalokagathia que ya está presente en Sócrates. (Según Jenofonte, Sócrates dio a la combinación de lo bello y lo bueno un sentido ético y espiritual que expresaba el ideal de la vida (Muñoz, 2006: 07).

Lo anterior nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: si lo bello es reconocido como lo bueno, y lo feo como lo malo, ¿qué criterio podemos plantear para distinguir lo bello de lo feo? Al respecto, existe un planteamiento de que lo bello o lo feo no tienen objetivamente un valor absoluto sino que depende de su relación con el sujeto. En otras palabras, lo que hace a algo bello o feo no son sus propiedades en sí mismas, sino su relación con la persona o las situaciones en las que se encuentran ya que todo depende del gusto o agrado que provoque en ellos como sujetos, quienes son los que construyen los juicios de valor. Considerando las ideas que retomado (tanto del ya citado Dustin Muñoz como de Umberto Eco), en el presente ensayo me propongo presentar ejemplos para poner explorar qué es la belleza y qué es la fealdad, bajo el presupuesto de que lo bello causa placer y agrado y que es un atributo inmanente de las cosas, y lo feo como experiencia contraria a la que se vive con la naturaleza de la belleza, además de distinguir tres aspectos básicos de ambas naturalezas (lo bello y lo feo). A continuación, fundamentaré mi hipótesis con el subjetivismo estético, para finalmente concluir.

En la actualidad puede reconocerse la idea de lo bello y lo feo cuando por ejemplo, vemos una obra de arte y al admirarla sentimos que ésta nos da paz, tranquilidad o nos transporta a un lugar en el que deseamos estar; o cuando vemos a una mujer u hombre y decimos que es bella o bello; esto es así porque sus características físicas nos gustan, nos atraen y captan nuestra atención. De la misma manera, cuando vemos un cuerpo lastimado, cuando presenciamos un accidente o una muerte nos parece desagradable, nos causa repulsión y lo rechazamos, catalogándolo como feo.

Ahora bien, en los ejemplos dados anteriormente se evidencian tres aspectos básicos comunes: el elemento objetivo o material, el subjetivo y el deleite. El primer aspecto es el que capta nuestra atención, el segundo aspecto somos nosotros como críticos del primero, y por último se tiene el deleite que es la reacción final a la reflexión que se hizo en los dos primeros aspectos para poder llegar a catalogar que sería lo bello o feo, lo que nos indica que esta determinación es tomada por nosotros. Este planteamiento se deriva de un concepto denominado subjetivismo estético, el cual sostiene que un objeto posee propiedades materiales y tiene una presencia palpable. Pero el juicio de valor se le atribuye al sujeto cuando el objeto le resulta conveniente. O sea: un objeto puede existir pero sin la presencia del sujeto no surge el valor lógico porque este es quien se lo otorga. Por eso un objeto hoy tiene un valor que en el pasado pudo ser diferente y tendrá otro en el futuro, cuando realmente sigue siendo el mismo objeto en sí.

A lo largo de la evolución de la humanidad puede reconocerse la idea subjetivista de lo bello y lo feo. Por ejemplo, para Hitler su raza era la superior, perfecta, bella, porque cumplía con ciertas

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