Los Cuatro Acuerdos

LOS CUATRO ACUERDOS

La domesticación y el sueño del planeta

En la niñez no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias y tuvimos que estar de acuerdo con la información que nos brindaban otras personas, esto es llamado la domesticación humana. Todas las creencias provenían de nuestros padres, la religión, los profesores, las leyes políticas creando normas donde se aprende a juzgar lo que es bueno y lo que es malo. De ahí depende que siempre nos esforcemos por complacer a las demás personas y nuestras equivocaciones se vuelvan culpas en nuestra mente las cuales tienen base en el miedo perdiendo todas nuestras tendencias naturales y convirtiéndonos en la copia de las creencias de los demás. Luego cuando somos adultos y tenemos total libertad para hacer lo que queramos ya tenemos todas estas ideas arraigadas en nuestro interior y nos volvemos el domesticador de nosotros mismos y también de los demás (amigos, hijos, pareja, etc.).

No vemos la verdad porque estamos ciegos debido a que todas esas falsas creencias solo están en nuestra mente, cada persona tiene su propia mentira en sus pensamientos y su actuar está basado en el miedo al rechazo.

El mayor maltratador en nuestra vida somos nosotros mismos, reprochándonos todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, nos castigamos de forma exagerada, buscando siempre la aceptación y el amor de los demás. Para buscar el cielo en la tierra debemos de romper con todos esos viejos acuerdos y las enseñanzas toltecas nos muestra cuatro acuerdos para lograrlo.

1. Se impecable con tus palabras

Las palabras constituyen el poder para crear. Ellas captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian nuestras creencias. Ser impecable con las palabras es no utilizarlas contra nosotros mismos, es utilizar la energía correctamente en dirección a la verdad y al amor por uno mismo. Por lo tanto debemos cuidar celosamente lo que decimos a los demás de tal manera que nos abstengamos de lanzar opiniones de críticas, culpas y opiniones que puedan dañar a los demás. Cuando ponemos en práctica este acuerdo la mente deja de ser un campo fértil para las palabras negativas de los demás pero si para las que surgen del amor. Esto se puede medir con el nivel de autoestima. La cantidad de amor que se siente por uno mismo es directamente proporcional a la calidad de las palabras. Debemos expresar con palabras el amor que sentimos por nosotros mismos y confirmándonos lo maravillosos que somos.

2. No te tomes nada personalmente

Cada vez que alguien lanza una opinión se basa en sus propias creencias, es un reflejo de su propio interior, pues todos vivimos en nuestros propios sueños, por lo tanto estas opiniones no tienen nada que ver con nosotros sino con ellos mismos, si no lo tomamos personalmente nos volvemos inmunes a sus expresiones por lo que de ninguna manera podrá afectarnos pues sabemos quiénes somos realmente. Cuando uno se lo toma personalmente se siente ofendido y reaccionamos defendiendo nuestros puntos de vista, dada nuestra necesidad de siempre tener la razón. El punto de vista de cada persona es la verdad solamente para ese alguien. Nuestro dialogo interno también se expresa en palabras que pueden ser positivas o negativas, incluso esas opiniones no las debemos tomar personalmente pues están basadas en falsas creencias con respecto a nosotros mismos.

Si nos

...