Los mitos que nos dieron traumas

Los mitos que nos dieron traumas

México es un país esclavo de un pasado impropio creado con base a mitos que lo llenan desde su supuesto origen, de derrotas y traiciones que usan como excusa para justificar todos sus problemas y decadencias.

Estoy de acuerdo con lo que Zunzunegui afirma porque: dentro de la primera sesión “Viaje al inconsciente humano”, se nos muestra como México padece del “Síndrome de Masiosare”, pues vive en una ilusión de un pasado que no le pertenece y del cual se ha apropiado, lo cual me parece bastante acertado, inclusive desde niños se nos enseña la “historia de México”; los maestros nos plantean que nuestra nación empieza desde la prehistoria y que somos indígenas, cuando la realidad es que en el mismo titulo remarca que no es nuestra historia, pre (antes)historia de México, lo que quiere decir: antes de la historia de México, así que no es nuestra.

La realidad que nos plantea Zunzunegui para mí es correcta, pues siempre nos intentamos justificar por cualquier problema con un “pero”, “es que”, “si hubiera”, etc, para quitarnos cualquier responsabilidad de nuestras acciones. También damos por hecho cualquier creencia popular en lugar de cuestionarnos siendo objetivos; un ejemplo es el megamito de la revolución, ignoramos las cosas buenas que los supuestos “malos” hicieron y maquillamos las cosas malas que hicieron los supuestos “buenos” para seguir alabándolos, como sucedió con Porfirio Díaz y Francisco I. Madero, otro ejemplo muy claro es la Virgen de Guadalupe, que es un invento español que en la época de colonización y expansión de su religión se usó para apaciguar a los indígenas, pero ignoramos eso contradiciendo “nuestra historia prehispánica” y considerándonos “indígenas”.

También pasamos por alto nuestros orígenes mestizos, como dije anteriormente, no aceptamos objetivamente nuestro pasado, como el que Hernán Cortes es el padre del mestizaje y, por lo tanto, padre de México, ya que él inició con lo que hoy somos: una nación mestiza.

Todos los puntos expuestos anteriormente son algunas de las raíces de los complejos de la ciudadanía mexicana que no nos deja progresar como nación, pues como expone Zunzunegui en la quinta sesión: la única solución para enfrentar estas “enfermedades” que tenemos es si aceptamos que las padecemos y las enfrentamos.

Para concluir quiero dejar en claro que México es un país que tiene mucho potencial, solo le falta el comprometerse verdaderamente para que ese futuro que tanto anhelamos se vuelva una realidad para los mexicanos y por tanto debe comenzar a responsabilizarse de lo que es y de lo que hace, dejando de ver tanto hacia el pasado y enfocarse en el futuro, siendo así la única solución para que el mexicano progrese y crezca.

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