Marx y su concepto del hombre

En el texto de "Marx y su concepto del hombre” comienza Erich Fromm hablando sobre la forma en la que Marx concebía a los hombres y haciendo un análisis en sus ideas que muchos creían erróneas, lo que pretende Erich es renacer las ideas de Marx, valorar la naturaleza del hombre y su libertad.

Marx planteaba que sólo cuando el hombre es productivamente activo puede encontrar un sentido a su vida y aunque así goce la vida no se está aferrando a ella, si no que renuncia a la codicia del tener.

El fin de Marx era la emancipación tanto espiritual del hombre como individuo, su liberación de las necesidades económicas para que pueda ser en su plenitud humano, la superación de la enajenación, el encuentro de la armonía con sus semejantes y con la naturaleza.

La base de libertad e independencia para Marx es la auto creación y el fin del socialismo según él era la emancipación del hombre, la relación con el hombre y la naturaleza y de esta manera cuando el hombre alcanza su emancipación habrá logrado la independencia.

El trabajo para Marx es una actividad, él no lo ve tanto por la parte de ganancia o la mercancía, y que es un proceso entre la naturaleza y el hombre regulando e intercambiando materias con la naturaleza.

Marx quería el mejoramiento de la clase trabajadora y abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera obtener todo lo que el capitalista tiene hoy en día, sin embargo, debido a malas interpretaciones y sistemas políticos han dejado al hombre en las mismas condiciones.

A mí me llamó la atención el tema de la enajenación ya que es un aspecto en nuestra vida muy importante con el que generación tras generación se ha ido repitiendo y me pareció interesante la manera en la que lo toma Marx.

Para el significa que el hombre no se experimenta a sí mismo en su relación con el mundo, sino que el mundo como la naturaleza, los individuos etc. permanece ajeno a él, están por encima y en contra suya, la enajenación principalmente es experimentar al mundo y a uno mismo.

Un claro ejemplo de la enajenación es la idolatría ya que los ídolos son obra del hombre y adoran a lo que el hombre mismo ha creado a través de sus vivencias, al postrarse ante estos ídolos se transforma en cosa.

Para Marx el proceso de enajenación se expresa en el trabajo y en su división, hay dos puntos que menciona el primero es que el hombre se enajena de sus propias facultades creadoras y el segundo que los objetos de su trabajo se convierten en seres ajenos y llegan a dominarlo o sea que se convierten en fuerzas independientes del productor, “El obrero existe para el proceso de producción y no éste para el obrero”.

La preocupación de Marx es la liberación del hombre de un tipo de trabajo que destruye su individualidad, que lo transforma en cosa y lo convierte en esclavo.

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