Para Qué Sirve La Filosofía

¿PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA?

La filosofía, que tiene la característica especial de que, con un alto grado de desconfianza epistemológica, se ocupa de las justificaciones de todo tipo de decisión que se toman allí en ese lugar de los casos excepcionales -tan aparentemente reducido en extensión pero tan infinitamente intenso- y que al tratar sobre las decisiones que se toman en estos casos termina problematizando los fundamentos de las decisiones normales. Por eso resultan ser ocupación común de los filósofos, asuntos como, por ejemplo, la filosofía de la misma filosofía –como la que estamos haciendo ahora-, del derecho y en consecuencia una teoría de la decisión jurídica, de la política y en consecuencia una teoría de la decisión política, de las ciencias en general y en consecuencia una teoría del conocimiento y, en fin, filosofías de la vida cotidiana, de la actividad empresarial, de la moral y hasta de la carpintería.

La filosofía responde al deseo de saber, en definitiva, el porque de las cosas a través de una teoría es decir una buena ciencia de porqués últimos.

Si el ser humano no responde satisfactoriamente a ciertas preguntas como por ejemplo, ¿por qué vivir?, ¿por qué trabajar? ¿qué es lo que pretendo?, no se conoce a si mismo, muy aparte del conocimiento de otras ciencias como las matemáticas, la biología, la medicina, etc.

El ser humano necesita saber, no solo simplemente para saber, sino saber para que sirve el saber.

Básicamente solo el pensamiento filosófico responde a la pregunta por el sentido del vivir. La filosofía reconoce lo que mas importa en el ser humano: la dimensión espiritual, es decir la parte intelectual.

Para saber lo que son las cosas y cual es el sentido de su existencia es preciso enfocarlas desde una perspectiva que pueda alcanzar su propio ser y esencia.

Entonces una vez considerados todos los fenómenos (aspectos a nuestro alcance), podremos aproximarnos al conocimiento de su naturaleza, es decir, de su esencia (esencia de la vida).

Según Aristóteles, la filosofía nació con Tales de Mileto en el siglo VI A.C, porque fue el primero que busco respuestas a sus preguntas, sin recurrir a la mitología. Tales tuvo que mostrar que los filósofos si quieren pueden ganar dinero, como sus conocimientos le habían permitido calcular una buena cosecha, Tales arrendó, fuera de estación, todos los contenedores para olivas a bajo precio y cuando llego el momento los alquilo más caros. Las personas que no practican la filosofía, se preguntan para qué sirve, y hacen explicita su sospecha de que no sirve para nada. Tal vez esto tenga algo de sensatez ya que hace más de veintiséis siglos los filósofos vienen proponiendo sistemas, teorías, doctrinas, hipótesis o dogmas acerca de las cuestiones más variadas, sin resolver definitivamente ninguna o pocas de ellas.

A la pregunta de por qué filosofar, hay que respondes con otra pregunta, porque no filosofar. La posible inutilidad de la filosofía es parte de su contingencia y en ella radica también su utilidad, ya que la filosofía sirve para no hacer masa con el pensamiento masa, para ir más allá del pensamiento que domina en los medios. No se trata de instalar un modo de pensar si no de ejercer el pensamiento crítico, tanto en el universo personal, como en el colectivo.

Manuel Comesaña, de la universidad de Mar del Plata, opina que en dos mil quinientos años la filosofía no ha podido resolver ninguno de sus propios problemas y siendo así es dudoso que pueda solucionar problemas ajenos.

Según Horacio Banega, profesor de la UBA (Universidad de Buenos Aires), dice que la utilidad de la filosofía puede abordarse desde un eje individual y otro colectivo “en cuanto a lo individual la filosofía sirve para adquirir

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