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Parménides


Enviado por   •  21 de Marzo de 2012  •  3.537 Palabras (15 Páginas)  •  428 Visitas

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III. Veamos esto en la idea de la unidad.

Si lo uno existe, ¿qué se sigue de aquí con relación a lo uno considerado en sí mismo y con relación a las demás cosas?

1º Si lo uno existe, no es múltiple: no tiene partes - No tiene por tanto principio, ni fin; es ilimitado -No teniendo límites, no tiene forma -No teniendo forma, no está en ninguna parte; porque si estuviese en alguna parte, estaría en sí mismo o en otra cosa; si estuviera en otra cosa estaría rodeado; si estuviera en sí mismo, se rodearía a sí mismo, y en ambos casos, tendría forma. -No estando en ninguna parte, no está en movimiento, ni en reposo. El movimiento es o una alteración de la naturaleza, o un cambio de lugar. Pero lo uno no puede ser alterado en su naturaleza, puesto que cesaría de ser uno; tampoco podría mudar de lugar, puesto que no está en ninguna parte, es decir, en ningún lugar. Luego no está en movimiento. De otro lado, no puede permanecer constantemente en el mismo lugar, puesto que no está en ninguno. Luego no está en reposo. Lo uno no es lo mismo que lo otro y que él mismo; ni lo otro que él mismo y que lo otro. No es lo otro que él mismo, porque no sería lo uno; ni lo mismo que lo otro, por la misma razón. Tampoco es lo otro que otro otro, porque es lo uno y no lo otro, y por consiguiente no puede ser lo otro, cualquiera que ello sea. Tampoco es lo mismo que él mismo, porque es lo uno y no lo mismo, y por consiguiente, no es lo mismo respecto a ninguna otra cosa. -Lo uno no es semejante, ni desemejante, ni a sí mismo, ni a lo otro, porque no puede ser semejante a nada, no pudiendo ser lo semejante lo que no es lo mismo; porque no puede ser desemejante a nada, no pudiendo ser lo desemejante lo que no es lo otro. -Lo uno no puede ser igual, ni desigual, ni a sí mismo, ni a otra cosa; no puede ser igual, porque de serlo participaría de lo semejante o de lo mismo, lo cual no puede ser; ni desigual, porque de serlo participaría de lo desemejante o de lo otro, lo que no puede tampoco ser. -Lo uno no es más joven, ni más viejo, ni de la misma edad que él mismo o que otra cosa; si se le supone más joven o más viejo, sería desigual; si de la misma edad, sería igual. -Lo uno no está en el tiempo; y no puede decrise que ha existido, que existe o que existirá; y, por tanto, no existe. -Si no existe, no es lo uno, y no puede ser conocido, ni nombrado, lo cual parece absurdo.

2º Si lo uno existe, participa del ser; y por consiguiente hay en él dos cosas, es decir, dos partes: lo uno y el ser; cada una de estas partes es y es una; encierra dos partes, las cuales encierran también otras dos, y así en un progreso infinito; de suerte que lo uno, que existe, es una multitud infinita. Al mismo resultado tiene que llegarse, demostrando, que si el ser existe, el número existe; de donde se sigue que el ser tiene una infinidad de partes, y de aquí que lo uno tiene una infinidad de partes. -Si lo uno tiene partes, es un todo; y si es un todo, está limitado.- Si lo uno es un todo, tiene un principio, un medio y un fin; y si tiene un principio, un medio y un fin, tiene una forma, ya circular, ya recta, ya mixta. -Está en sí mismo y en otra cosa. Está en sí mismo, proque lo uno es el todo; todas las partes están en el todo; todas las partes son lo uno; luego lo uno está en el todo, es decir, en sí mismo. Está en otra cosa; porque el todo no está en cada una de sus partes, ni en algunas, ni tampoco en todas, lo que supondría que está en cada una; y como es preciso que esté en alguna parte, sopena de no existir, es necesario que esté en otra cosa. -Lo uno está en movimiento y en reposo. En tanto que está en sí mismo, está en reposo; en tanto que está en sí mismo y en otra cosa, está en movimiento. -Lo uno es lo mismo y lo otro que él mismo, lo mismo y lo otro que las otras cosas. Puesto que lo uno es lo uno, es lo mismo que él mismo. Puesto que lo uno existe, es el ser en cierta manera, y siendo el ser lo uno, éste es otro que él mismo. Puesto que lo uno es lo uno, no es las otras cosas; es lo otro que las otras cosas. En fin, puesto que nada existe que no sea uno, es lo mismo que las otras cosas. Lo uno es semejante y desemejante a si mismo y a las otras cosas. En efecto, de una parte lo uno es otro que todo lo demás; de otra, todo lo demás es otro que lo uno; de suerte que lo uno y todo lo demás, confundiéndose en este mismo otro, son semejantes. Pero bajo otro punto de vista, lo uno es lo mismo que todo lo demás; y lo mismo, siendo opuesto a lo otro; puesto que, en tanto que es otro, lo uno es semejante a las otras cosas; y en tanto que es lo mismo es desemejante de ellas. En fin; se ha probado que lo uno es lo mismo que él mismo, y por tanto semejante a sí mismo; que es otro que él mismo, y por lo tanto desemejante a sí mismo. -Lo uno es igual y desigual a sí mismo y a las otras cosas. Igual a las otras cosas, que no pueden ser más grandes, ni más pequeñas que lo uno; porque la magnitud y la pequeñez no pueden encontrarse, ni en la totalidad de un todo, ni en sus partes. Igual a sí mismo; puesto que, no teniendo tampoco magnitud, ni pequeñez, no puede sobreponerse, ni ser sobrepuesto por él mismo. Desigual a sí mismo; porque estando en sí mismo, él se comprende, al mismo tiempo que es comprendido por sí; lo que hace que sea a la vez más grande y más pequeño que él mismo; y por consiguiente desigual a sí mismo. Desigual a las otras cosas; porque estando lo uno en las otras cosas recíprocamente en lo uno, es más grande que ellas; más grande y más pequeño, es decir desigual. -Lo uno se hace y es más joven y más viejo, y también de la misma edad que él mismo y que las otras cosas. En efecto; puesto que existe, participa del tiempo. Pero el tiempo pasa; lo uno se hace más viejo que él mismo, que él mismo, que se hace por consiguiente más joven. Pero si nos fijamos en lo presente, intermedio entre haber sido y haber de ser, entonces no llega a ser, sino que es; y es más viejo y más joven que él mismo. Pero él es y deviene en un tiempo igual a si mismo; y por tanto es de la misma edad que él mismo. Por otra parte; lo uno comparado con la multitud de las otras cosas, es lo más pequeño, es el primogénito; y por consiguiente más viejo que las otras cosas. Pero lo uno teniendo un principio, un medio y un fin, no existe sino con el fin, con el fin de todo; y es por tanto, el último nacido; y por consiguiente, más joven que las otras cosas. Pero siendo el principio, el medio y el fin, partes; y siendo cada parte una, lo uno es contemporáneo del principio, del medio y del fin; y por consiguiente, de la misma edad que las otras cosas. En fin; estando lo uno en el tiempo, puede decirse que es, que ha sido y que será; luego existe verdaderamente. Luego puede ser conocido y nombrado.

3º Si lo uno es y no es, es

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