Pequeña Historia De La Fotografía. Benjamin

Universidad de Chile

Instituto de la comunicación e Imagen

Escuela de Periodismo

Cultura de Masas e Industrias culturales

Módulo II

Análisis de textos

Ficha Bibliográfica

Autor: Walter Benjamin

Obra: Discursos ininterrumpidos I. Pequeña historia de la fotografía

Año: 1989

Ciudad: Madrid, España

Editorial: Taurus

Edición: 2007

Formato APA:

Benjamin, W. (1989). Discursos ininterrumpidos I, Pequeña historia de la fotografía, Madrid, España: Taurus

En el texto, Benjamin hace un breve repaso por los inicios de la daguerrotipia que dieron paso a la fotografía como técnica industrializada. Explica a grandes rasgos cómo fue el proceso, cuáles fueron los aportes de la fotografía, quienes fueron los más afectados con esta industrialización, y cómo, posteriormente, este proceso afectó a la fotografía misma.

En la segunda parte del texto, Benjamin se refiere al aura. Un concepto con el que el autor está lo suficientemente familiarizado. El autor menciona que la fotografía también contiene un aura, que en un principio sabía ser bien expuesta por los fotógrafos.

Sin embargo, con el correr del tiempo las técnicas de reproducción de la fotografía mejoraron hasta convertirse en otra industria más, y se convencionalizó, lo que la llevó a su época más decadente. De aquí la rescató Atget, un fotógrafo cuyas fotos fueron precursoras del surrealismo.

Lo que el autor quiere expresar con este trabajo es que la invención de la fotografía, a pesar de haber sufrido transformaciones negativas cuando llegó el proceso de reproductibilidad, tal como sucedió con la obra de arte, vino a aportar muchas cosas que no se habían logrado hasta el momento con la pintura u otro tipo de retratos. Como lo es la sensación de realidad que producía la fotografía con respecto a la pintura.

Ficha de lectura

La discusión sobre el aura de las obras de arte ha sido extensa, y fue precisamente Benjamin quién partió con la idea de la pérdida de aura que sufre cualquier obra de arte con su reproducción técnica infinita y por otro lado con las obras por encargo, ambos factores que produjeron la mercantilización de la obra.

Hoy en día podemos considerar este postulado como prácticamente cierto desde cualquier arista. En la fotografía, por ejemplo, las cámaras digitales nos proporcionan casi la rapidez misma de un ojo humano, y con ello la posibilidad de repetir una y otra vez una foto que no nos gustó, de un momento que queremos retratar y guardar, donde luzcamos de la mejor forma posible. Sin mencionar que hoy en día cualquier persona posee una cámara.

Por lo tanto, es cierto que cuando pasas lejos de una persona por demasiado tiempo, cuando te vuelves a encontrar quieres retratar ese momento de felicidad de una forma auténtica, y sin embargo repites la foto una y otra vez hasta lograr lo que quieres, pero para cuando has logrado aquella sensación sublime que se pretendía en un principio, se podría pensar que esta se ha esparcido por el aire como el vuelo de un pájaro cualquiera.

Sin embargo el autor se refiere a un pasado que ocurrió hace siglos atrás. Un aura perdida por allá por el siglo XIX, y si en ese tiempo, cuando las técnicas de reproducción eran aún escasas en el mundo, ¿a qué nos enfrentamos hoy?

La tentativa que se propone en este comentario es que estamos frente a una era digital en la que el logro de un aura como la describe el autor: la irrepetible aparición de una lejanía (2007:7), casi no es lograble, pues el aura que se encuentra en las fotos que tomamos una y otra vez y que desechamos una tras otra es delgada y casi inexistente.

Sin embargo, y para concluir, aquel que mira la última foto tomada y elegida no sabe cuántas hubo antes, y aún puede sentir un aura en una foto que le provoque sensaciones especiales. Por lo que podríamos decir que hoy existe bien un aura intencional: la intención de ponerle un aura a una foto que nosotros queremos que la tenga.

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