Percepción del timepo

Percepción del tiempo

La misma expresión de la “percepción del tiempo" nos hace una invitación a la objeción. En la medida en que el tiempo es algo diferente a los eventos, no percibimos el tiempo como tal, sino cambios o eventos en el tiempo. Pero, posiblemente, no percibimos sólo los eventos, sino también sus relaciones temporales. Entonces, así como es natural decir que percibimos distancias espaciales y otras relaciones entre objetos, parece natural hablar de percibir un evento después de otro, por ejemplo, el trueno como sigue el relámpago, aunque incluso aquí hay una dificultad. Por lo que percibimos, lo percibimos como presente, como está sucediendo ahora mismo. parece que percibimos todos los eventos como presentes, en cuyo caso debemos percibirlos como simultáneos y, por lo tanto, no como sucesivos después de todo. Existe entonces una paradoja en la noción de percibir que un evento ocurre después de otro, aunque tal vez admita una solución sencilla. Cuando percibimos que B viene después de A, seguramente hemos dejado de percibir A. En cuyo caso, A es simplemente un elemento en nuestra memoria. Ahora bien, si quisiéramos interpretar 'percibir' de manera restringida, excluyendo cualquier elemento de la memoria, entonces tendríamos que decir que, después de todo, no percibimos B como siguiendo a A. En un sentido amplio, percibimos una variedad de aspectos temporales del mundo.

Al dar cuenta de los diversos aspectos de la percepción del tiempo, inevitablemente hacemos uso de conceptos que consideramos que tienen una contraparte objetiva en el mundo: el pasado, el orden temporal, la causalidad, el cambio, el paso del tiempo, etc. Pero una de las lecciones más importantes de la filosofía, para muchos escritores, es que puede haber una brecha, tal vez incluso un abismo, entre nuestra representación del mundo y el mundo mismo, incluso en un nivel bastante abstracto. (Sería justo añadir que, para otros autores, esto es, precisamente, nola lección enseña la filosofía.) La filosofía del tiempo no es una excepción a esto. De hecho, es interesante observar cuántos filósofos han adoptado la opinión de que, a pesar de las apariencias, el tiempo o algún aspecto del tiempo, es irreal.

Según la teoría de la percepción indirecta, percibimos los objetos externos sólo al percibir algún objeto intermedio, un dato sensorial. De acuerdo con la teoría directa, en cambio, la percepción de objetos externos no implica ningún intermediario. Ahora bien, los objetos externos se encuentran a distintas distancias de nosotros y, como se señaló anteriormente, dado que la luz y el sonido viajan a velocidades finitas, eso significa que el estado de los objetos que percibimos quedará necesariamente en el pasado. En el caso de las estrellas, donde las distancias son muy considerables, el intervalo de tiempo entre la luz que sale de la estrella y nuestra percepción puede ser de varios años.

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