ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Preguntale A Alicia

tatito24 de Octubre de 2013

3.604 Palabras (15 Páginas)374 Visitas

Página 1 de 15

Pregúntale a Alicia

Diario íntimo de una joven drogadicta

Primer diario

Septiembre 16

Recuerdo que ayer me consideraba la persona más feliz de la tierra, de la galaxia, de todo lo creado por Dios. ¿Fue sólo ayer o lo sentí hace muchos, muchos años? Me parecía que la hierba nunca había olido tanto a hierba; que el cielo jamás estuvo tan alto. Ahora, todo se derrumba sobre mi cabeza, quisiera diluirme en la atmósfera del universo y dejar de existir. ¡Oh! ¿Por qué, por qué no me evaporo? ¿Cómo podré mirar frente a frente a Sharon, a Debbie y a los demás chicos y chicas? ¿Cómo? A estas horas la noticia debe de haberse extendido por toda la escuela. Estoy segura. Ayer compré este Diario porque creí, por fin, tener algo digno de ser contado, algo grande y maravilloso; algo tan íntimo que no podría compartirlo con ningún otro ser humano. Sólo conmigo. Y ahora, como todo lo demás en mi existencia, resulta que no es nada, absolutamente nada. Realmente no comprendo cómo Roger pudo hacerme esto, a mí, precisamente a mí que lo he amado desde que tengo uso de razón; que esperé toda mi vida a que se dignara mirarme. Ayer, cuando me pidió que saliéramosjuntos, pensé que iba a morirme de felicidad. Y así fue. Ahora el mundo es frío, gris e insensible. Mi madre anda refunfuñando para que limpie mi cuarto. ¿Cómo puede regañarme así, ordenarme que arregle la habitación cuando me siento morir? ¿No podré estar nunca a solas con mi alma? Diario: tendrás que esperar hasta mañana o me largarán otra vez el rollo sobre mi actitud, mi falta de madurez, etcétera. ¡Hasta luego!

Septiembre 17

La escuela ha sido hoy una pesadilla. Tenía miedo de encontrarme con Roger en cada rincón del vestíbulo y, sin embargo, temía desesperadamente no verlo. Decía para mí: «Debió ocurrir algo y él lo explicará». A la hora de comer tuve que decir a las chicas por qué no aparecía. Fingí que no me importaba pero, ¡oh, Diario!, ya locreo que me importa. Tanto me afecta que siento como sidentro de mí todo se hubiera hecho trizas. ¿Cómo puedo sentirme tan miserable, turbada, humillada, apaleada, y hablar todavía, funcionar, sonreír y concentrarme? ¿Cómo pudo hacerme esto Roger? Yo no le haría daño a una mosca. No podría lastimar a nadie ni física ni emocionalmente. ¿Cómo, entonces, puede lastimarse la gente con tanta saña? Incluso mis padres me tratan como si fuera una estúpida, un ser inferior y sin remedio. Me imagino que siempre defraudaré. Seguramente no estoy a la altura de lo que quisiera ser.

Septiembre 19

Aniversario de papá. Nada especial.

Septiembre 20

Hoy es mi aniversario. Tengo quince años. Nada.

Septiembre 25

Querido Diario:

Hace casi una semana que no escribo porque no me ha ocurrido nada interesante. Los viejos y necios maestros de siempre, enseñando las viejas necedades de siempre en la vieja y necia escuela de siempre. Tengo la impresión de estar perdiendo interés por todo. Al principio creí que la escuela de bachillerato sería divertida, pero es un aburrimiento. Todo es aburrido. Tal vez se deba a que estoy creciendo, a que la vida se va volviendo más asquerosa. Julie Brown celebró una fiesta, pero no fui. He engordado más de tres kilos; tres feos, grasientos, torpes, babosos kilos, y sin nada que ponerme. Empiezo a tener un aspecto tan fofo como mi estado de ánimo.

Septiembre 30

¡Maravillosas noticias, Diario! Nos mudamos de casa. Papá ha sido solicitado como decano de la facultad de Ciencias Políticas en ––––. ¿No es excitante? Tal vez ahora las cosas sean como antes, como cuando yo era más joven. Tal vez mi padre vuelva a dar clases en Europa cada verano, y entonces, como solíamos, iremos conél. ¡Oh, qué tiempos más divertidos aquellos! Voy aponermea régimen. Cuando nos mudemos de casa seréotra persona. Ni un mordisco más al chocolate, ni una patata frita volverá a cruzar mis labios hasta que no haya perdido cinco kilos de redondeces y de bultos de grasa. Voy a renovar completamente mi vestuario. ¿Qué me importa el ridículo Roger? Confidencialmente te diré, Diario, que todavía me importa. Supongo que le amaré siempre, pero antes de que nos vayamos, cuando yo esté más delgada, y mi piel, ahora fofa, sea tersa como el raso y los pétalos de rosa, cuando tenga vestidos como de maniquí, entonces me pedirá que salga otra vez con él.¿Voy a darle calabazas, dejarlo colgado, o —me temo que sí— seré débil y me iré con él? ¡Oh, por favor, Diario, ayúdame a ser fuerte y firme! Ayúdame a hacer gimnasia cada mañana y noche, a limpiar mi cutis, a comer debidamente, a ser optimista y agradable, y positiva y risueña. ¡Quisiera tanto ser alguien importante, o, sencillamente, que de vez en cuando me invitase algún muchacho! Tal vez la nueva «yo» sea diferente.

Octubre 10

He adelgazado kilo y medio y estamos tratando de organizar el traslado. Nuestra casa ha sido puesta en venta y papá y mamá han ido a buscar vivienda en ––––. Yo estoy aquí con Tim y Alexandria y, aunque no lo creas, no me molestan en absoluto. Todos estamos excitados con la mudanza y hacen lo que les ordeno, me ayudan en la casa, las comidas y lo demás... o casi. Supongo que papá va a tomar posesión de su nuevo cargo antes de que acabe el curso. Está ilusionado como un muchacho con zapatos nuevos, y todo se parece a los viejos tiempos. Nos sentamos alrededor de la mesa, reímos, bromeamos y, juntos, hacemos proyectos. ¡Es formidable! Tim y Alex insisten en que quieren llevarse todos sus juguetes y cachivaches. Personalmente, me gustaría tenerlo todo nuevo, excepto mis libros, claro: son parte de mi vida. Cuando me atropelló un coche y permanecí tanto tiempo escayolada, me habría muerto sin ellos. Incluso ahora no sé, exactamente, lo que en mí es mío y qué parte he sacado de los libros. Pero, de todos modos, ¡es formidable! La vida es realmente fantástica, magnífica, estimulante; estoy impaciente por ver qué hay a la vuelta de la esquina y de todas las esquinas futuras.

Octubre 16

Papá y mamá han regresado hoy. ¡Hurra, tenemos casa! Es un gran caserón de estilo español, y a mamá leha encantado. ¡No puedo aguantarme! ¿Cuándo nos mudamos? No puedo esperar. No puedo. Hicieron fotos y estarán listas dentro de tres o cuatro días. No puedo esperar, no puedo. ¿Que ya lo he dicho un millón de veces?

Octubre 17

Hasta la escuela me parece de nuevo apasionante. He tenido «A» en álgebra y en todo lo demás tendré «A» y «B». Lo peor es el álgebra. Si paso en esto, lo demás no me preocupa. Generalmente puedo considerarme afortunada con una «C», incluso cuando me mato de tanto estudiar. Pero parece como si al ir bien una cosa todo lo demás tuviera que ir igualmente bien. Incluso me llevo mejor con mamá. Ya no me regaña tanto. No puedo precisar cuál de las dos ha cambiado. Realmente, no puedo. ¿Me estoy comportando como la persona que ella quisiera ver en mí para no tener que estar siempre recordándomelo, o es que ella misma es menos exigente...? Incluso he visto a Roger en el vestíbulo; ya no me interesa, en absoluto. Dijo: «hola» y se detuvo para hablarme, pero yo, sencillamente, pasé de largo. Ya no me sorberá más el seso. ¡Vamos! Ya sólo falta poco más de tres meses.

Octubre 22

Scott Lossee me ha invitado a ir al cine el viernes. He perdido casi cinco kilos, pero todavía me gustaría perder otros tantos. Mamá dice que yo no puedo estar tan flaca, pero ella no sabe. Yo sí sé. Yo sí. No he probado un dulce desde hace tanto tiempo que he olvidado su sabor. A lo mejor, el viernes por la noche vamos a una tasca y me como unas fritangas. ¡Hummmm…!

Octubre 26

Ir al cine, con Scott, fue divertido. Al salir fuimos a comer seis maravillosas, deliciosas, sabrosas, deliciosas, celestiales fritangas. ¡Aquello era vida! No siento por Scott lo que sentía por Roger. Supongo que ha sido éste mi único y gran amor, pero celebro que todo haya terminado. Imagínate: en mi primer año de bachillerato y con quince de edad, y terminó para siempre mi único y gran amor. En cierto modo parece algo trágico. Tal vez un día, cuando ambos vayamos a la universidad, nos encontremos de nuevo. ¡Ojalá! Realmente, lo deseo. El veranopasado, en el guateque de Marion Hill, alguien trajo unejemplar de la revista Playboy, que llevaba una historiasobre una muchacha que se acostó por primera vez con un muchacho, y lo único que se me ocurrió fue pensar en Roger. Ni siquiera deseo relación sexual con ningún otro chico en el mundo, nunca, jamás. Juro morir virgen si Roger y yo no nos juntamos. No podría soportar que otro chico llegara a tocarme. Ni siquiera estoy segura de permitírselo a Roger. Tal vez más tarde, cuando sea mayor, me sentiré distinta.

Mi madre dice que a medida que una chica crece, las hormonas invaden nuestras venas aumentando nuestro deseo sexual. Supongo que yo crezco despacio. He oído contar algunas historias salvajes sobre ciertas chicas de la escuela, pero yo no soy como ellas, yo soy yo y, además, eso del sexo parece algo tan extraño, tan inconveniente, tan inoportuno... Pienso en nuestro profesor de cultura física enseñándonos danza moderna y diciéndonos, constantemente, que así nuestros cuerpos se harán fuertes y sanos para la maternidad. Luego, parece como si tocara el arpa y dice que todo ha de ser gracioso, gracioso, gracioso. No concibo que el sexo o llevar un bebé en el vientre sean algo gracioso. Debo irme. Hasta pronto.

Noviembre 10

Oh, querido Diario: siento haberte tenido tan abandonado, pero estuve muy ocupada. Aquí me tienes, preparando ya la fiesta de Acción de Gracias y, luego, la Navidad. La semana pasada vendimos

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (21 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com