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RELACIÓN ENTRE FE Y RAZÓN SEGÚN OCKHAM

dexterginola14 de Junio de 2014

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LA RELACIÓN ENTRE FE Y RAZÓN SEGÚN OCKHAM

Todavía era una cuestión pendiente en el XIV. El averroísmo había sostenido que pueden ser contradictorias y

Santo Tomás rechazó esa posibilidad, puesto que de hecho tienen contenidos comunes. La ventaja de este

plateamiento: teología y filosofía pueden coordinarse, cabe un estudio racional y filosófico de lo religioso y es

posible una antropología y una ética filosófica conformes a la fe y la moral cristianas.

• Ockham elimina la zona de intersección entre fe y razón, y las considera fuentes de información distintas

con contenidos también diferentes. Numerosas verdades de fe que Aquino consideraba racionalmente

demostrables le parecen inconsistentes a Ockham, y las relega al ámbito «irracional» de los religioso.

• Ockham niega que tanto los atributos -omnipotente, inmenso, justo, perfecto, causa incausada...- como la

existencia misma de Dios puedan ser demostrados racionalmente: pertenecen al ámbito de la fe. Para ello

estudia uno de los elementos fundamentales utilizados por Santo Tomás en las cinco vías: el recurso al

principio de causalidad.

• Que los fenómenos obedecen a causas es innegable: todo efecto tiene una causa. Pero esa afirmación no

basta para determinar cuál es la causa en cada caso. Sólo la observación detenida y rigurosa nos permite

descubrir la causa concreta de cada fenómeno [la leche se calienta, pero puede ser por calor de butano,

resistencia eléctrica, radiación microondas, etc.].

• Semejante interpretación de la causalidad hace imposible una demostración de la existencia de Dios.

Podemos estar seguros de que existirá una causa primera del universo, pero ello no nos autoriza a concluir

que se trate del Dios creador del que habla la fe cristiana (adelanta las teorías empiristas sobre la causalidad

de Hume y Kant, en parte).

• Ni siquiera la existencia del alma puede ser demostrada convincentemente por vía racional.

EL VOLUNTARISMO OCKHAMISTA

• Santo Tomás sostenía que todos los mandamientos morales del cristianismo pueden ser derivados de la ley

natural y comprensibles racionalmente. Para Ockham, ningún mandamiento es de ley natural. Si Dios hubiese

querido, podría haber creado un mundo en el que odiarle no fuese pecado sino virtud.

• Ockham pensaba que las leyes no derivan de la naturaleza ni son inmutables. Son convencionales, fruto de

una decisión divina -no humana-. Dios pudo haber creado un mundo donde el robo y el adulterio estuviesen

permitidos.

•. Ockham enfatiza, por encima de todo, la libertad y omnipotencia divinas: Intenta llevar hasta sus últimas

consecuencias algunas de las más claras afirmaciones del cristianismo: «Creo en Dios todopoderoso». Lo

interpreta entendiendo que la libertad no está sometida a regla, lógica ni necesidad alguna.

•. El voluntarismo teológico es la aplicación a Dios de la tesis que sostiene la primacía de la voluntad y la

libertad sobre el entendimiento, y que considera la libertad el elemento fundamental de la naturaleza humana.

NOMINALISMO Y PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN

El principio de individuación, sobre el que tanto había reflexionado Santo Tomás y cuya solución fue

responsabilizar a la materia de las diferencias particulares, fue rechazado por Ockham y considerado un falso

problema.

• Se trata de un pseudoproblema originado por una confusión: el problema surge por considerar que la misma

esencia se halla multiplicada en cada individuo -Claudia Schiffer comparte la misma esencia que Alfonso

Guerra-. Esto le parece a Ockham un error fundamental: la esencia de Schiffer es única, inconfundible e

intransferible. Por tanto, no hay una esencia multiplicada en diversos individuos; hay tantas esencias como

individuos. La esencia de cada individuo se identifica totalmente con él mismo y con nadie más. No hay, pues,

principio de individuación: hay individuos, y eso es todo.

CRÍTICAS DE OCKHAM AL EXCESIVO RACIONALISMO GRIEGO

• Ockham defendió hasta el extremo la omnipotencia y libertad de Dios frente a nuestros estrechos

encasillamientos racionales. Sus críticas a los sistemas filosóficos del XIII eran también un rechazo a las más

importantes ideas griegas que el Cristianismo había asimilado: identidad y comunidad de esencia, unidad dentro

de la pluralidad, lo permanente como sustrato de lo cambiante... y todo lo que garantizaba para los griegos la

racionalidad, el orden y la permanencia del universo.

• Ockham pensaba que la concepción griega ponía en peligro la libertad y omnipotencia divinas. Rechazó que

las ideas verdaderas de las que hablaban platónicos, neoplatónicos y agustinianos coincidiesen con los

arquetipos o ejemplares divinos. Eliminadas las ideas ejemplares, cae la noción de «esencia» como algo

consistente e inmutable. Con las demás esencias, se esfuma también la esencia humana y la posibilidad de

fundamentar una ley moral natural.

• Ockham, a diferencia de los griegos, tiene la imagen de un universo donde sólo hay individuos, cuyo orden

es gratuito y fruto de una voluntad divina caprichosa, que podía haber creado otro mundo con un orden

totalmente distinto. Para Ockham, el orden del universo es puramente fáctico, contingente.

EL NOMINALISMO DE OCKHAM

Ockham aportó el concepto de «nominalismo», según el cual no existen conceptos universales, sino sólo

nombres universales (no existe el concepto universal «hombre»; sólo la palabra que utilizamos para nombrar

al conjunto de los hombres. Pero el interés fundamental de Ockham no está en negar que existan conceptos

universales, sino en negar que éstos tengan realidad extramental. No existe una esencia universal compartida

por todos los hombres; sólo existen semejanzas entre unos hombres y otros, y en tales semejanzas está el

único fundamento real de los conceptos universales.

CONOCIMIENTO INTUITIVO FRENTE A CONOCIMIENTO ABSTRACTIVO

Ockham rechaza la teoría tomista del conocimiento, y afirma que el entendimiento tiene un conocimiento

directo e intuitivo de las realidades individuales. Resultan así innecesarios todos los pasos del complejo

proceso de conocimiento en Aristóteles y Santo Tomás:

[sensación ® imagen ® entendimiento agente universalizando ® entendimiento posible conociendo el universal ®

entendimiento posible volviéndose a la imagen].

Según Ockham, el proceso es mucho más sencillo: en cuanto los sentidos perciben un objeto exterior, el

entendimiento los conoce intuitivamente, sin más complicación.

El conocimiento intuitivo es:

• directo, inmediato: entre la captación de un objeto por los sentidos y su conocimiento por el entendimiento

no existen mecanismos y operaciones intermedias;

• siempre es un conocimiento de algo que está presente;

• la validez de este conocimiento está garantizada por la cosa conocida, por ser el objeto exterior la causa

de tal conocimiento;

• permite al entendimiento afirmar la existencia de los objetos que conoce;

• alcanza el conocimiento intuitivo a las relaciones que existen entre los objetos exteriores, no sólo a los

objetos aislados: detectamos las cualidades -color, peso, masa, belleza- de los objetos al mismo tiempo que

nos percatamos de su presencia.

Por lo tanto, la intuición intelectual es el fundamento de nuestro conocimiento de las realidades individuales y

de las relaciones existentes entre ellas.

NATURALEZA DE LOS CONCEPTOS UNIVERSALES

Aparte del conocimiento intuitivo de los objetos individuales, el entendimiento posee un conocimiento

abstractivo (el que interviene cuando hacemos enunciados generales sobre todos los individuos de una clase,

especie o conjunto:todos los cuervos son negros), y eso explica que tengamos conceptos universales,

surgidos espontáneamente en el proceso de conocimiento.

Los conceptos universales son signos de carácter lingüístico. Hay tres clases de signos lingüísticos:

• sig. ling. PROFERIDOS: palabras habladas;

• sig. ling. ESCRITOS: palabras escritas;

• sig. ling. PENSADOS MENTALMENTE: conceptos o palabras mentales.

El rasgo común a todos ellos es que pueden funcionar como cosas que significan. El término o concepto

«hombre» funciona en la conversación como un signo lingüístico que representa o sustituye a los individuos

que llamamos «hombres» -el signo supone/suplanta/ocupa el lugar de las cosas en el discurso-.

• Mientras las palabras escritas y habladas son signos convencionales, los conceptos son signos naturales: la

palabra «hombre» puede ser tan buena para designar a los hombres como man, homme, uomo. Sin embargo,

el concepto de hombre no ha sido arbitrariamente establecido y no puede ser sustituido por ningún otro para

designar a los individuos humanos (los conceptos se parecen a otros signos naturales como el llanto o la risa,

para expresar dolor o alegría).

La conclusión es que el entendimiento posee una estructura lingüística que funciona produciendo

espontáneamente conceptos como signo de las cosas percibidas. Las claves, pues, de la filosofía ockhamista

son:

• Una teoría

...

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