Racionalismo

Para adentrarnos en los problemas que el conocimiento plantea, debemos precisar cómo se origina y las posibilidades en que se manifieste. Es esta labor compleja del conocer el conocer la que se ha abordado bajo distintos enfoques de los que presentaremos cuatro formas de cómo se origina. Se puede concebir el Racionalismo como aquel que brota del pensamiento, de la razón, que buscando una validez universal, se construye bajo verdades lógicas que son comúnmente aceptadas como ciertas. Excluye sistemáticamente la emoción al considerar que afecta al juicio y el significado que estas otorguen a las asociaciones fundadas, por lo que se afirma que el problema del racionalista recae en el sujeto. Por ejemplo, si afirmáramos que 2 multiplicado por 2 es igual a 5, comprenderíamos inmediatamente que esta afirmación está errada pues se opone al concepto de operación matemática que hemos fijado, rompe con el orden lógico que racionalmente hemos prefijado. Las llamadas ciencias exactas se basan en esta experiencia del conocimiento. El Empirismo, en cambio, afirma que la fuente del conocimiento humano es la experiencia. Ve al humano como un lienzo en blanco quien debe llenarse. Ejemplificando podríamos mencionar al abuelo quien le dice a su nieto que lloverá pues las nubes han bajado hasta la montaña que se encuentra tras ellos. El abuelo con sus años de vida ha aprendido que cada vez que llueve aquel cerro se nubla y es señal inequívoca de la precipitación de agua. Un gran aporte de éste origen del conocimiento es que se basa en hechos concretos que pueden ser comprobados mediante su vivencia, por lo que corresponde a la parte medular de las ciencias naturales.

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