Reconocimiento del otro

Reflexión sobre el reconocimiento del otro[pic 1][pic 2]

Al reflexionar y analizar por las situaciones que tuvo que pasar Emmanuel Lévinas y que es lo que trata de expresar con sus libros y filosofía, me hace pensar que lo que quiere expresar y decir al mundo es que las personas suelen querer desarrollarse como organismos individualistas, creyendo que ellos son capaces de vivir por su propia cuenta y que no necesitan de nadie más.

Sin embargo, los humanos somos seres que necesitamos vivir en sociedad porque no somos capaces de sobrevivir sin compañía. Por lo que es ilógico que seamos egoístas, queramos vivir solos y tratemos mal a las personas con las que convivimos, que los discriminemos, insultemos y abusemos de ellos, ya que sin las personas que existen a nuestro al rededor, no seriamos nada y no podríamos ni si quiera sobrevivir.

Y aquí es cuando entra el rostro del otro, porque los humanos tenemos algo peculiar que es que si no vemos o nos pasa algo que nos afecte, no nos importa. A lo que me refiero es que, por ejemplo, alguien puede escuchar que hay una guerra en tal país y hay muchas personas afectadas. Si esa persona no tiene nada que lo conecte con ese país su único pensamiento será “que mal que esté pasando eso”, sin embargo, si la persona tiene un familiar viviendo en aquel país, se preocupará muchísimo, tratará de comunicarse y hará lo posible por ayudar.

Esto ocurre porque la persona relaciona la situación con un rostro, el rostro de su familiar que está en ese país y que sí puede ser afectado por la situación.

Y eso es lo que explica esta teoría. Para que los humanos podamos sentir empatía por alguien más, debemos conocer un rostro que nos represente lo que está sucediendo y afecte la relación que tenemos con esa persona. Porque esto es lo que nos constituye como personas, dependemos del otro para crecer y vivir, nuestro bienestar depende de que tengamos relación con otras personas. Que sintamos amor, cariño y aprecio.

Esto es lo que introduce ahora el termino propuesto por Lévinas, que es la alteridad. Que es esa capacidad que tenemos los humanos para aceptar y comprender las diferencias que tenemos todas las personas, respetarlas y aprender a convivir con ellas. Entre más alteridad haya, menos problemas sociales deberían haber, ya que esto nos enseñaría a respetar y cuidar al otro, aceptar sus diferencias y aprender a resolver problemas juntos.

Parece ser que esta sería la solución perfecta para que los humanos comencemos a vivir en una sociedad perfecta, donde todos respetemos a los demás, nos apoyemos y vivamos felices como comunidad. Pero la realidad es totalmente diferente y podemos ver un ejemplo claro en la película de “Ser digno de ser” (2005, Radu Mihaileanu).

En esta película podemos ver la vida de un niño llamado Schlomo, que a lo largo de su vida tiene que enfrentar muchos problemas y personas, que lo discriminan y maltratan, ya sea por su apariencia, por la religión que practica, por su nacionalidad o su origen. Todo esto, por culpa de personas que no saben aceptar y respetar las diferencias de las personas.

Por ejemplo, una de las problemáticas que más se presentan a lo largo de la película es la discriminación por la religión. Primero vemos como Schlomo tiene que abandonar a su madre cristiana y hacerse pasar por judío para poder ser enviado a Jerusalén para tener una vida mejor. Sin embargo, el que Schlomo tenga que hacerse pasar por judío nos hace ver que no importa que las personas sean de la misma religión aun así discriminan. Los judíos blancos, discriminan a los negros, que, si son judíos verdaderos o falsos, si son dignos o no. Y aunque a lo largo de la película Schlomo trata de luchar contra estos prejuicios: como el gran discurso que dio en la iglesia acerca del color de Adam, diciendo que él no era ni blanco ni negro, era rojo como la arcilla de la que fue hecho. Vemos que simplemente hay personas que no están dispuestas a cambiar sus ideas racistas.

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