Un sueño

Un sueño

Fue el momento crucial de las nocturnas tinieblas oscuras de una opaca noche negra, donde el cielo caía desbordadamente en forma líquida y se escuchaba a lo lejos el lamento de las personas como si estuvieran en un mundo de sufrimientos, y el aullar de perros como viendo al guardián del abadom.

De forma despiadada e instantáneamente oí el estruendo que para todas las direcciones tubo presencia, cuando sin voluntad propia fui arrastrado a un mundo paralelo atreves del vidrio reflector frente al que me encontraba. El camino fue indeseablemente largo, donde se combinaban razones y acciones pasadas y futuras que hinchaban mi cabeza hasta verla explotar, deseaba inmensamente que terminara este martirio sin importar donde fuese a parar y las condiciones que pudiera adoptar; Pero la tormenta infernal no cesaba, desde donde me encontraba podía oír; Aunque estaba demasiado agitado y asustado, mis ojos estaban desérticamente secos. Sin razón sentía tantas ganas de ver a los demás con quienes me relacioné; Pero no podía ver hacia atrás porque una gran y tenebrosa puerta oscura lo impedía, era la parte trasera del maldito espejo que atravesé.

Todo aquí es igual excepto que las emociones y pensamientos se pueden fabricar casi inmediatamente antes de ser razonados, mi visión lo evidenciaba.

No es que no quiera salir nunca; Pero la sensación de estar en mi verdadero hogar, el que nunca tuve hace que mis pensamientos se conviertan en ilusiones y un deseo que me amarra a este lugar y no lo quiero evitar aunque no se pueda, es como evitar despertar temprano en la mañana.

Néstor Meléndez Ulloa.

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