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Uso y abuso de la palabra amor


Enviado por   •  11 de Julio de 2014  •  Ensayos  •  926 Palabras (4 Páginas)  •  518 Visitas

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Uso y abuso de la palabra amor

Dice Pieper en la introducción a su ensayo sobre el amor: “hay razones más que suficientes que le sugieren a uno no ocuparse del tema del amor”. Es en verdad tan grande el abuso con que se ha utilizado y se sigue utilizando el término amor para aplicarlo a la relación varón-mujer, que no se puede dejar de recocer que se ha cumplido en este caso la “ley” en la que Lewis resumía la inclinación de los hombres a sustituir el sentido de las palabras éticamente famosas por su contrario

: “pon un nombre a una buena cualidad y pronto ese vocablo designará un defecto”.

Frente a este escamoteo del término amor, que lo reduce a sus usos abusivos, se alza la realidad incontestable de que el afecto entre marido y mujer es amor, un amor específico, que es el amor conyugal.

La iglesia, en no pocos textos magisteriales, se refiere al amor de los esposos y ve en él una imagen del amor que Cristo tiene a la iglesia.

A pesar del secular abuso de esta palabra, hoy asistimos a un renacer de su buen uso. Y no solo es una cuestión de lenguaje lo que explica este renacer.

Una primera causa se encuentra en la evolución social que, con mayor o menor intensidad, está alcanzando a todos los países; es el amor de los cónyuges, se dice, el que ha de protagonizar el matrimonio.

La causa que explica el renacimiento al que antes se aludía, es propia del campo católico. Por insistirse repetidamente en estos pasajes sobre la relevancia del amor, por calificarse al matrimonio como communitas amoris y por haber relacionado con el amor los tres bienes del matrimonio: los hijos; la unidad y la fidelidad; y la indisolubilidad.

¿En qué consiste el amor?

“el amor es sacrificio, obras son amores y no buenas razones, amar es desear, el amor es unión, el amor es posesión, amar es querer”, etc. Pero todas ellas (con ser verdaderas) son complementarias, lo que nos indica que ninguna de ellas es suficiente. Señalan rasgos del amor, sin decirnos qué es, esencialmente, el amor.

Dentro del campo filosófico hay una corriente bastante importante que enlaza el amor con la complacencia en la existencia de lo amado. Blondel, por ejemplo, por ejemplo, escribe: “el amor es por excelencia lo que hace ser”. Para Emile Brunner la fórmula del verdadero amor es: “te quiero porque existes”, a lo que Pieper contesta que es más bien: “¡Qué bueno es que existas!”. Dentro de esta línea de pensamiento cabe inscribir a Ortega y Gasset, quienes dijeron: “Amar una cosa es estar empeñado en que exista; no admitir, en lo que depende de uno, la posibilidad de un universo donde aquel objeto está ausente”. Y no ajeno a ella Gabriel Marcel cuando escribe: “Amar a una persona es decirle: tú no morirás”.

El

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