Visión En Cuanto A La Procedencia De Las Cosas Según, Tales De Mileto, Anaximandro Y Heráclito

Visión en cuanto a la procedencia de las cosas según, Tales de Mileto, Anaximandro y Heráclito.

La filosofía nace cuando el hombre empieza a intentar entender el mundo que le rodea mediante la razón, dejando a un lado la creencia de un ser superior. Este proceso parece tener lugar en la antigua Grecia en los siglos IV, V, VI a. c.

Las primeras interrogantes fueron: ¿de qué se compone el mundo? Y ¿sobre qué se sostiene?

Los primeros pensadores que actuaron en esta línea aparecieron en la Grecia antigua, en el siglo IV a. c.

Por regla general se suele considerar como el primero a Tales de Mileto, un griego nacido en la ciudad de Mileto, situada en la costa Asia Menor (en la actualidad Turquía) y de la que tomaron su nombre él y sus discípulos, conocidos en su conjunto como la escuela de Mileto.

¿De qué están compuestas las cosas?

La interrogante que más obsesionaba a Tales de Mileto era: ¿De qué está hecho el mundo?, es decir, cuál es la composición del conjunto de todo lo existente.

Finalmente, llego a la conclusión de que, a pesar de la aparente multiplicidad de los seres, todos están formados por un mismo elemento. Esta afirmación nos puede parecer en la actualidad de lo más simples, ya que todos sabemos que cualquier objeto material es reducible a energía, pero lo extraordinario del caso es que Tales realizó este planteamiento muchos siglos antes que lo físico lograsen demostrarlo. Llegó a la conclusión de que todo estaba compuesto por el elemento agua, en cualquiera de sus estados. Y comprobó que en casos de bajas temperaturas el agua se convierte en solidó y por el contrario, con una temperatura elevada se evapora. Además, observó que con el agua de la lluvia las plantas creen, por lo que éstas en el fondo no son más que una modalidad concreta de agua. Por otro lado, concluyó que se trataba de un elemento absolutamente indispensable para la existencia de todo ser vivo pues no en vano nuestro cuerpo se compone en un 60% de este líquido. A todo ello hay que añadir la creencia, muy extendida de la época, de que la tierra descansaba sobre una enorme balsa de agua, que la había sumergido y por consiguiente, formaba parte constitutiva.

Anaximandro, uno de los discípulos de Tales, que nació también en Mileto, retomó esta última idea. Así, que arguyó que si, como Tales afirmaba, la tierra flotaba sobre una masa de agua, que era el mar, este último lógicamente debía sostenerse de otra cosa, y así hasta el infinito. Anaximandro solucionó este problema con una idea de lo más sorprendente: la tierra no se sostenía sobre nada, sino que sencillamente estaba suspendida en el espacio, donde se mantenía equidistante con respecto a todo lo demás.

El principio de todas las cosas es el ápeiron ésto es, "lo indefinido, lo indeterminado". Se

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