Dallas Cowboys Needs

En Dallas miran con un entusiasmo contenido el inicio de la pretemporada. Desde 2009, los Cowboys no entran en playoffs, pero cada temporada desde entonces ha habido grandes expectativas en un grupo que de una forma u otra ha acabado por fracasar. 2012 parecía ser el año en que los Romo y Cía. volverían a la élite, pero a la hora de la verdad la defensa se vino abajo, motivo por el cual Rob Ryan tuvo que buscarse trabajo en otro lugar.

Si los Cowboys pretenden llegar lejos, su principal necesidad es volver a hacerse fuertes atrás. Para ello llega Monte Kiffin, con un largo historial de éxito como coordinador defensivo y que cambiará el esquema a una 4-3. Con él llega Rod Marinelli, entrenador de línea y con experiencia tras su paso por Tampa, Detroit y Chicago.

La baja de Victor Butler en el pass rush la cubrieron con Justin Durant de los Lions, y Will Allen llega desde Pittsburgh para reforzar la posición de safety, el gran agujero de los Cowboys en los últimos años. Veremos si es suficiente para detener la sangría en la defensa contra el pase. Sean Lee volverá al equipo tras la lesión que le impidió jugar la segunda mitad de la temporada y se convertirá en el mejor fichaje de unos Cowboys donde los méritos de la defensa se los lleva habitualmente DeMarcus Ware, por quién van pesando los años. El resto de la defensa es aseada y mucho tendrá que trabajar Kiffin para equilibrar su mitad del equipo.

En la otra mitad, las jugadas en ataque las cantará Bill Callahan como coordinador ofensivo y no Jason Garret como venía siendo habitual, quién ejercerá de head coach. Este es un paso más que apunta a la posible salida de Garret si los Cowboys se atascan en sus inicios. Pero éste último no es el hombre con más presión sobre sus hombros en la capital del estado de Texas.

Tony Romo ya carga desde hace un par de meses con la losa (bendita losa) de haber renovado su contrato por 100 millones, cuando eran muchas las voces que pedían un cambio en la dirección del ataque de los Boys. Jerry Jones le ha dado un enorme voto de confianza y así lo publicita en cualquier acto en el que aparece. Con la soga al cuello o no, Tony Romo está ante SU temporada.

En el draft, los Cowboys se centraron en modelar su ataque. En primera ronda eligieron al center Travis Frederick, quién renovará la línea cubriendo así uno de los principales problemas por los que Tony Romo no tenía tiempo en cada snap casi ni de recibir el balón. Además, la línea afronta su segundo año jugando juntos y estarán más ajustados, como ya demostraron a final de temporada.

En su segunda selección, los Cowboys eligieron a un Gavin Escobar (TE) que formará pareja con Witten añadiendo posibilidades al ataque y en tercera a Terrance Williams (WR), que puede convertirse en la mejor opción para jugar abierto y liberar presión de la defensa rival sobre Bryant y Austin, piezas clave en el juego aéreo.

El juego terrestre de los Cowboys tiene un nombre y es DeMarco Murray, así lo atestiguan los números del año pasado. Murray comenzó jugando bien pero una grave lesión hizo que se perdiera el resto de una temporada donde los de la Estrella Solitaria fueron penúltimos de la NFL en yardas de carrera. El 29 comenzará la temporada sano y tendrá a su lado a Joseph Randle, seleccionado en quinta ronda.

Si los Cowboys logran evitar las lesiones, su gran enemigo en 2012, disponen de un equipo construido para llegar a cotas altas, aunque sus rivales de división no les harán el pasillo precisamente. Junto a los Redskins de RGIII, la maquinaria de los Giants y los renovados Eagles, forman una de las divisiones más duras y bonitas que a buen seguro no defraudarán por espectáculo. Si los del Cowboys Stadium logran quitarse la presión, tendrán mucho ganado.

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