El Orden Liberal

El orden liberal: paz y administración. Indagaciones sobre la nación y el nacionalismo en latino América.

Uno de los indicadores que evidencia y caracteriza al proceso de modernización experimentado en el periodo de estudio fue la consolidación del modelo primario exportador en América Latina.

En el Siglo XIX, las repercusiones que tuvo la revolución industrial alcanzaron a todas partes del mundo, produciendo cambios en todos los órdenes.

En América Latina las transformaciones llegaron de la mano del progreso económico propiciado por la inserción de esta región en el mercado mundial, como exportadora de materias primas e importadora de manufacturas, basado en el libre comercio. Esto fue posible también, gracias a la tecnología, que propició avances en los sistemas de transportes (barcos y ferrocarriles), infraestructuras, y mecanización en la extracción y producción de materias primas, entre otros.

Al mismo tiempo, crecieron las inversiones de terceros capitalistas en esta región, para propiciar el progreso del trabajo y la exportación.

La consolidación económica de los nuevos estados dio inicio a la modernización, lo que le permitió a América Latina salir del pozo del autoabastecimiento y así insertarse en el sistema económico mundial a través del boom del comercio.

Al mismo tiempo, se dan cambios en la sociedad haciéndose más complejas, ya que se da un crecimiento demográfico, debido entre otras cosas a la inmigración europea -lo cual fue un factor importante en la modificación de las jerarquías sociales tradicionales-, una rápida urbanización, la escolarización debido a la creación de sistemas educativos nacionales, nuevas actividades económicas como las terciarias, y la industrialización. Crecieron las capas medias de la escala social, conformadas por mestizos o inmigrantes, muchas veces relacionadas al proletariado urbano, pero también a incipientes profesionales. Las elites se hallaban vinculadas a la propiedad de la tierra ya que era fuente de progreso y riqueza.

Por otro lado, el proceso de transición al capitalismo generó una serie de cambios en el plano político que posibilitaron la constitución de los llamados estados nacionales, ya que contaron con los recursos para consolidar su propia autoridad. Así se pudo garantizar la unidad política, es decir, la unificación de la soberanía. Se produjo un cambio o modernización también en la forma de pensar, dando origen a la convergencia entre las elites liberales y conservadoras bajo el emblema del positivismo, en busca de Paz y Administración, y de estabilidad política y social. A partir de esto van a surgir nuevos partidos políticos y movimientos de trabajadores que se enfrentaban a los regímenes liberales en busca de democracia y derechos sociales, como las elecciones libres y transparentes.

Esta modernización

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