Invasion America

No se puede denominar como “descubrimiento” el hecho histórico del 15 de Octubre de 1495, más bien la llamaremos la conquista e invasión Europea a los pueblo aborígenes americanos.

No se puede negar que la invasión de Colón a América trajo buenas consecuencias (no sobra aclarar que fueron a corto y mediano plazo SOLO para la Europa Occidental).

Podemos nombrar la apertura económica gracias a los saqueos de oro y plata, esta trajo consigo el principio de las rutas comerciales regionales y nacionales que ayudaron al desarrollo económico de las monarquías y los estados feudales. Diferente a lo que muchos piensan este saqueo fue gracias en gran parte al avance tecnológico indígena en cuanto a la metalurgia y a la explotación de minas. Estos les proporcionaron a europeos la experiencia y los conocimientos (además de la mano de obra) que ayudaron a la gran explotación de plata y oro de la época.

También el avance tecnológico fluvial pues las navegaciones sufrieron la necesidad de mejoras para viajes largos y ubicación gracias a la gran demanda de barcos Europeos, el desarrollo de la cartografía y el gran progreso en cuanto a la ilustración del mapa completo.

Y además este hecho se puede denominar como puerta para la Revolución Industrial gracias a que el gran capital que entró a Europa de las Américas fue en parte invertido a la investigación de tecnologías y también fue el comienzo del capitalismo.

Ya dicho esto queremos resaltar que pensamos que está la invasión está sobrevalorada como hecho histórico y también vamos a nombrar las grandes desdichas que trajeron los europeos a estas tierras quitándonos nuestra cultura e identidad.

El primer impacto fue el asombro y el miedo ante los cañones de bronce, arcabuces, mosquetes, pistolones y la fuerza mágica del blanco subido a un caballo. Esto fue aprovechado rápidamente por los astutos españoles, que dominaron fácilmente a las sociedades más adelantadas de América. Los indígenas se vieron opacados por la pólvora y fueron sometidos fácilmente.

Éstos morían como moscas, bien sea por el trabajo forzoso, pues los indígenas eran obligados a trabajar 16 horas en socavones que pronto acabaron con sus pulmones. Algunos morían desmoralizados al ver cómo les quitaban sus creencias y les imponían Dioses y protocolos completamente ilógicos. Otros no estaban listos para las enfermedades de los europeos y sus cuerpos sin defensas morían a causa de viruela, sífilis, lepra o bronquitis. Esto nos confirma la idea de que más que el encuentro de dos mundos, fue el aplastamiento de un mundo sobre otro.

Más allá de un enriquecimiento cultural, la migración forzosa de esclavos negros a América fue una cifra que acrecentó el número de muertos en la invasión.

La persecución y homicidio de indígenas y africanos convierte a este hecho como uno de los holocaustos más importantes de la historia del mundo.

Los europeos profanaron todo acto de respeto por el prójimo y la naturaleza que los indígenas realizaban. Y llegaron a inculcarnos la cultura de la mentira y el robo.

La iglesia es un ente que siempre ha estado presente en los grandes genocidios de la historia. Esta vio la invasión como una oportunidad de cruzada. Impartió a indígenas un Dios que ellos desconocían, y castigaban con muerte a todos aquellos que siguieran profesando a sus dioses “paganos”.

Europa en América no fue más que un asesino que nos arrebató de manera violenta nuestras costumbres, religiones, etnias, lenguas, ritos y cultura.

En síntesis queremos invitar a los escuchas, a que reflexionen sobre la fiesta de la invasión y si ésta realmente merece seguir siendo contaba como se cuenta.

Viva Latinoamérica.

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