La Guerra Es Una Masacre

“la Guerra del Pacífico responde en gran medida al contexto complejo de transformaciones de la segunda mitad del siglo XIX, que irán dando lugar al espacio de conceptualizaciones latinoamericanistas de Latinoamérica, a través de distintas corrientes hetedoroxas que dan forma a los discursos y teorías del indigenismo, el modernismo, la transculturación y las ideologías del mestizaje”.

Lejos de pretender un punto de vista neutral del conflicto, agrega en su presentación, “este análisis comparado busca relevar las lógicas que componen una guerra entre chilenos, peruanos y bolivianos. Y es ese entre precisamente, al que responde la propuesta de “desarmar la narrativa maestra”, una suerte de inclinación deconstruccionista de la clasificación comparada, en que se destacan las lógicas de desestrucutraciones de las clases, el desplazamiento de los sujetos y una crítica al sentido americanista de esta guerra”.

Se trata, en definitiva –dice- “de teorizar desde el plano de inmanencia de heterogeneidades, pluralidades y singularidades positivas y negativas, mostrando cómo se entablan, y qué significan las relaciones neocoloniales y las condiciones posnacionales de la nación, para ir elaborando un concepto más extensivo de la Guerra del Pacífico, que se propone problematizar el lugar, el tiempo y el espacio de la guerra como una experiencia ‘en común’”.

En el prólogo, Jon Beasley-Murria -de la Universidad de British Columbia- señala: Debe elogiarse a Naranjo “por proveer un verdadero análisis comparativo de las distintas narrativas que se encuentran a cada lados de las fronteras que la misma violencia redibujó (…) el esfuerzo de Naranjo es un intento de afirmar la heterogeneidad, más que acceder a cualquier discurso homogeneizador que pusiera las cosas en su llamado ‘propio’ lugar. (… El texto) de Naranjo es un recuento de la Guerra del Pacífico que reinstala y respeta sus encuentros incompletos y fallidos y se nuega a subsumirlos en alguna nueva narrativa maestra o proyecto para la unidad política”.

El libro fue presentado recientemente por el escritor y profesor de Filosofía Miguel Vicuña Navarro quien destacó que “el poema de Naranjo trata de uno de los sucesos más cruentos del siglo XIX. Cruento suceso que va llamado en el subtítulo del libro y que lleva por nombre guerra y por sustitutivos nombres (o mejor: “prestados nombres”, según la fórmula de Patricio Marchant) “guerra del salitre”, “guerra del guano”, “guerra de los diez centavos”, “guerra con Chile”, “guerra de ocupación”, “guerra del Pacífico”.

Lo calificó entonces como un libelo provocador que convoca a “desarmar la narrativa maestra”, invocándola en su letra de forma tal vez parcial, en todo caso con “desclasada” parcialidad, con el ánimo de someterla a operaciones de desmontaje. En su provocación

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